Obsequios no materiales

Han pasado las fiestas navideñas y de fin de año. También pasó el día de Reyes, pero en esta temporada de dar y recibir, sobre todo a los pequeñines, es importante que los adultos reflexionemos sobre lo que se les obsequia. No se trata de dar todo lo que piden, o darles el regalo más costoso, sino de brindarles tiempo de calidad y transmitirle los valores que a nosotros nos inculcaron.  ¿Qué nos hace mejores padres? Los buenos padres no le dan a su hijo todo lo que quiere, le enseñan que él es capaz de conseguirlo. Los buenos padres no buscan hacer feliz a su hijo, le enseñan que la felicidad depende de él. Los buenos padres no le dan oportunidades a su hijo, le enseñan a buscarlas, crearlas y aprovecharlas. Los buenos padres no le dan a su hijo lo mejor para que sea feliz, le enseñan a disfrutar y a encontrar lo mejor, aún en lo más sencillo. Los buenos padres no le enseñan a su hijo a superar a los demás, le enseñan a superarse a sí mismo. Los buenos padres no le resuelven los problemas a su hijo, le enseñan a asumir responsabilidad y a aprender de sus errores. Los buenos padres no convencen a su hijo de su importancia en la sociedad, le enseñan cómo volverse importante para ella.
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