Belcebú: una vida dedicada a la lucha

El atleta afirmó en entrevista para El Popular, diario imparcial de Puebla, que su preparación ha sido intensa

Karen MEZA [gallery link="file" columns="4"] Tiene una máscara roja con cuernos, no quiere revelar su identidad por su profesión, es luchador, lo conocen en la arena y en el ring como Belcebú. El luchador, de 45 años de edad, narra cómo en este deporte – que practica desde 1989 – ha perdido amistades a causa de las luchas. “En las luchas hay ocasiones en que nos pasamos con las agresiones, algunas se toman en serio, porque durante la pelea nos vemos feo, con malos ojos y nos queremos dar un golpe enserio, terminamos mal” expresa. Comerciante de oficio, y con más de 27 años de la lucha, resguarda ante todo su identidad bajo una máscara. Es un poco reservado, señala que aunque sus amistades como: Águila India, Gran Cochisse y el Talismán le motivaron a que incursionara en el ring, ha perdido amigos en el cuadrilátero como consecuencia de las batallas. Para ser un luchador profesional trabajó diariamente por más de dos horas en una rutina que mejoró su rendimiento corporal. Cuenta con una licencia de luchador profesional emitida por la Comisión de Lucha Libre en el Estado de México –antes Comisión de Box y Lucha- donde fue evaluado por 4 jueces. Los rubros que se califican son: condición física; lucha olímpica; lucha intercolegial y lucha libre. El examen dura 2 horas, se estudia 4 años para obtener la licencia que cada año se revalida; de lo contrario, podrían ser sancionados e incluso perderla por hacer mal uso de ella. Belcebú  dice estar orgulloso por lograr los pasos anteriores. “Tenemos un riguroso entrenamiento y se nos da una licencia de luchador profesional, en la lucha libre que pertenece a D.F” añade. Pertenece a una agrupación denominada Gente joven ubicada en la colonia Barranca Honda que recluta a adolescentes interesados por este trabajo. “Mi familia se siente orgullosa porque soy una persona profesional, no como otras que son “luchadores a vapor”, después de tres meses ya andan luchando, se revuelven con profesionales, pero es ilegal” comentó. En su trabajo recibe remuneración por dos modos de pago, el primero es garantía; en este el promotor y el luchador poner precio al trabajo a través de un acuerdo, mientras el segundo pago es por porcentaje, en estén, los pagos se realizan por las ganancias en una función, la cual tiene una duración de 20 a 25 minutos. Yo soy rudo “Soy luchador del bando rudo, aprendí y adquirí mi licencia en el DF; fui a la Arena Puebla, luego Cuernavaca, al estado de Hidalgo, Michoacán y Toluca entre otros, con esta mascara” expresó orgulloso. El luchador nunca se ha enfermado de gravedad: “Tuve una buena preparación y no la dejo, aun practico el atletismo, pesas y barras, esto no es un juego es una preparación” concluyó.
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