“Gracias campeón”

**Ganó una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sidney   Noé Hernández fue despedido entre aplausos y gritos en un sentido homenaje en la explanada del Comité Olímpico Mexicano, organismo que abrió sus puertas por primera vez para hacer un tributo al ganador de la medalla de plata en Sydney 2000 en la prueba de 20 kilómetros. El Chivo, baleado el pasado 30 de diciembre, realizó la última vuelta en el lugar donde entrenó y se preparó para participar en los Juegos Olímpicos, aunque en esta ocasión no lo hizo con ese corazón, coraje y tesón que tenía en sus piernas, sino en una carroza negra que abandonó el recinto de lo que consideraba su segunda casa. La viuda del ex marchista, Vianey Pedraza, expresó su absoluta tristeza. “Aquí entrenamos juntos. Es triste, jamás escuché una palabra negativa de él, me pedía fortaleza y que Dios nos daría una prueba: nunca pensé que me dejaría sola’’, agregó la que también fue su entrenadora. A la espera del apoyo que recibirá del PRI mexiquense, donde su esposo era secretario del deporte, Vianey solicitó al gobierno federal y estatal “apoyo para que mis hijas queden protegidas y no les falte nada’’. El mismo clamor se hizo extensivo con los padres de Noé y hermanos. Jesús Mena, director general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), prometió que se buscará dar toda la ayuda necesaria a la familia del exandarín. El ahora diputado priísta Felipe Muñoz dijo que está trabajando en la creación de “un fideicomiso especial para los medallistas olímpicos, campeones mundiales y grandes deportistas’’ que contemple bolsa de trabajo, seguro de gastos médicos mayores y apoyo económico para sus familias. “Casos como el de Noé llenan de tristeza y dolor’’, sostuvo el Tibio, quien no contuvo las lágrimas durante el homenaje de uno de los medallistas olímpicos más apreciados en el sector deportivo. Directivos, familiares y medallistas realizaron guardias de honor en el féretro de caoba con una Virgen de Guadalupe tallada en la tapa. Bernardo Segura no ocultó su dolor para “un amigo y rival deportivo’’ con el que compartió muchas anécdotas para dejar “un legado a las nuevas generaciones y un reto’’ para el que fuera el último medallista olímpico de marcha de 20 kilómetros hace 13 años. Este viernes recibirá otro homenaje en la explanada de Chimalhuacán y al mediodía será sepultado en el panteón de ese municipio que lo vio nacer hace 34 años.
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