Luchadores denuncian falta de oportunidades

 Los gladiadores también se quejan de explotación por parte de diversas instancias particulares que lucran con su necesidad, ya que exponen el físico en cada batalla en el cuadrilátero.

Redacción [gallery link="file" columns="4"] Luchadores amateur lamentan la falta de oportunidades laborales y el poco apoyo que reciben por parte de instancias gubernamentales. Roberto Ríos Sandoval lleva 27 años dedicándose al medio de la lucha libre; Hechicero Maldito fue su nombre arriba del ring, con el conquistó el cuadrilátero en múltiples ocasiones. Rudo como pocos, este luchador poblano ahora ve con impotencia la falta oportunidades que sufren las nuevas generaciones que se quieren hacer un camino en el mundo de la lucha libre. El otrora Hechicero Maldito abrió una escuela de entrenamiento para luchadores, donde más de 20 jóvenes son enseñados con la experiencia de Don Roberto. Su objetivo es inspirar a los jóvenes a dedicarse a la lucha libre Dreyca es una joven promesa de la lucha libre amateur. De bando técnico, explicó lo difícil de su profesión. “A parte de ser luchadora trabajo porque tengo que solventar muchos gastos, más que nada es un gusto y no es un pasatiempo, es lo que me gusta hacer. En esta profesión los eventos no son diarios, a veces ni cada ocho días y ganas por luchar. El luchador no tiene un trabajo estable que solvente sus gastos”, comentó. Luchadores cómo Dreyca coinciden en que la lucha libre ha sido relegada como deporte y señala que la falta de apoyo dificulta su labor. “Se ha politizado este deporte. Yo me retiré por lo mismo, te contratan, pero ningún promotor cumple lo que te dice. La lucha es un deporte muy degradado, que no ofrece fuentes de trabajo”, agregó la Cobra Azul, enmascarado retirado. Con una nula presencia en los programas estatales, los luchadores amateurs sólo piden oportunidades. “El gobierno fomenta el deporte, pero no se preocupa por lo que los practicamos sin recursos, sin apoyo. Deberían de enfocarse en los deportistas que practicamos nuestro deporte por gusto y que a veces no tenemos ni para pagar un gimnasio”, denunció Onix, jóven de 21 años. Desde la edad de 18 años, este personaje ha sido testigo de las carencias de la profesión, que supo alternar la carrera técnica en sistemas computacionales con su pasión, la lucha libre. Los luchadores también se quejan de explotación por parte de diversas instancias particulares que lucran con su necesidad. “Existe una comisión de box y lucha que sólo ve su beneficio, dan licencias para luchar sin tener exigencia a quienes la solicitan. Cuando en verdad se les necesita, no te apoyan, ni con lo de la consulta del doctor”, agregó. Además de enfrentarse a una realidad con pocos espacio laborales, los luchadores exponen el físico en cada batalla en el cuadrilátero. “Es difícil para tu familia, no les gusta que te maltraten y pues siendo luchador te pegan mucho. Se preocupan, pero pues te acoplas. Al principio es difícil, luego lo ves como algo normal”, comentó Jako, quien lleva tres años y medio buscando una oportunidad. A pesar de que existe solidaridad entre quienes se dedican a este rubro, no hay una organización que vea por ellos. “Las oportunidades que se nos abren son entre los mismos compañeros que hacen eventos o que tienen algún programa y pues nos invitan, pero no hay asociaciones oficialmente constituidas”, acotó Dreyca. Aunque los luchadores aseguran que este deporte es bien recibido por la sociedad, no se explican por qué están en esa situación laboral. “Me gusta ser rudo, el abucheo y la bulla es parte del entorno, así te inspiras siendo rudo y te das cuenta que el público te quiere ver luchar”, añadió Jako. Los cientos de luchadores amateurs que se entrenan en diversos gimnasios de esta capital, esperan que pronto se resuelva su situación laboral en este deporte. “Ahora no hay trabajo, no hay espacios, son pocos los luchadores que entran. La única arena está aquí, quienes pertenecen al lugar apenas y luchan una vez al mes. Necesitamos que los empresarios que mueven la industria no vean nada más por sus intereses”, concluyó la Cobra Azul.
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