El veracruzano consiguió subir al segundo peldaño del pódium luego de enfrentarse al coreano Dae Hoon quien logro 16-4 puntos en la categoría de -63 kilos David Portillo El mexicano Abel Mendoza consiguió la presea de plata en lo que fue el sexto día de actividades del Campeonato Mundial de Taekwondo Puebla 2013, al ser derrotado por el coreano Dae Hoon Lee, 16-4, en la división de -63 kilogramos. Con dicha obtención, el originario de Veracruz consiguió la cuarta presea para la delegación mexicana, y de pasó supero lo hecho en el mundial de Madrid, España, cundo se obtuvieron tres preseas, una de cada color. Y es que hace 16 años México no ganaba cuatro medallas, en ese sentido Mendoza Mora dijo que fue una medalla que obtuvo gracias a la preparación y consejos de su entrenador y diferentes apoyos. “Yo creo que es un logro en conjunto, somos un equipo de México que viene trabajando fuerte, unido que los profesores, que la federación, la Conade, ustedes los medios, familias que nos vienen apoyar, es un resultado en conjunto, yo creo que por eso hoy México ha conseguido estás medallas”, mencionó el veracruzano. En ese sentido, expresó que a pesar de no haber obtenido el oro, se va con la satisfacción de haber conseguido la presa de plata. “Claro, no estoy conformado con esto, pero estoy muy contento de haberlo obtenido, he trabajado demasiado desde pequeño, mi familia me ha estado impulsando para siempre lograr cada meta que me propongo en mi día y eso es algo de lo que estoy agradecido con toda la gente que vino, conmigo mismo, con dios, sin esa ayuda no se puede lograr nada”, señaló. El ranquedo número dos en su peso, tuvo un difícil combate ante el coreano Dae Hoon Lee, quien demostró por lapsos superioridad, pues en el primer round tenía ventaja de 5-0 sobre Abel que sólo tuvo 8 minutos de descanso previo a la gran final. Para el siguiente rollo, Mendoza Mora trató por todas las vías acercarse, debido a que ya perdía 9-0, y con una patada al rostro conectó sus primeros tres puntos. En el tercer asalto, sin nada que perder y todo que ganar con el apoyo de todo el público, hizo lo imposible, pero el cansancio impero y provocó que el asiático conectara 16 puntos para culminar las acciones. El resto de las acciones Abel Mendoza consiguió su pase a los dieciseisavos de final del Campeonato Mundial de Taekwondo Puebla 2013, tras vencer al representante de Irlanda Conor Grassick 5-4, gracias a una patada de tres puntos, cuando iba perdiendo 4-2 en el último episodio. En su pelea por el pase a cuartos de final, logró sobreponerse 7-1 al croata Tomislav Karaula, primeros dos minutos que fueron parejos, pero Abel pudo abrir la defensa del europeo para conectar sus primeros dos puntos, para el siguiente rollo conectó uno al peto y ante el ataque agresivo del croata que asestó una unidad, aprovechó para alcanzar el rostro de Karaula y poner el 7-1 definitivo, tras que en el último round, no se hicieron más daño. En la pelea por las semifinales, el mexicano tuvo un primer asaltó ríspido y complicado contra el turco Cem Ulugnuyan, pues a pesar de tener la ventaja, su rival lo igualó, sin embargo con Mendoza consiguió la ventaja antes de terminar 3-2. Para el siguiente episodio, dos patadas al rostro bastaron para alejarse 9-3, y en los minutos finales, le conectó un golpe doble, seguido de otro golpe a la careta y poner las cosas 14-5. En la ronda de semifinales, el mexicano tuvo un difícil prueba para llegar a la final, tras derrotar al francés Stevens Barclais 4-3, en una pelea donde ambos taekwondoínes su principal característica es ser extremos y tirar golpes volando. Primer round donde el mexicano se fue abajo en el marcador 2-1, sin embargo, en el siguiente alcanzó al galo tras que acumulara una amarilla dando el punto al mexicano, en los últimos dos minutos y con el empate a dos, ambos peleadores dieron lo mejor de sí, sin embargo un golpe del mexicano al peto francés le valió dos puntos para darle una ventaja de 4-2, en la recta final Abel sufrió de más, ya que su rival se acercó peligrosamente 4-3, tras una amarilla del mexicano, pero el tiempo era corto para la campanada. |