David Portillo En una candente lucha que se vivió en el salón social de La Fayuca, Alebrije, con serios problemas, pudo rapar a King Vikingo y con ello mantener lo más preciado que un luchador puede tener, su máscara. Ante un lleno total en el salón Jorge Murad que hace años era utilizado como una arena constante, parte de las estrellas de la Triple A traídas por Eventos Especiales Carman, enloquecieron al público. No fue para menos, pues en la lucha estelar Triple A en Puebla, el plato fuerte eran los Psyco Circus contra Fénix, Alan Stone y La Parka, que fueron opacados por el combate súper estelar de máscara contra cabellera entre Alebrije y King Vikingo, donde no hubo indulto y el cornudo de Puebla perdió la cabellera. Al momento de subir al ring, King Vikingo fue escoltado por un par de motocicletas dando vuelta al cuadrilátero, acompañado de su vástago; por su parte Alebrije llegó acompañado de su mascota, mejor conocido como Cuije. Desde la primera caída el combate fue de toma y daca, ya que ambos luchadores no se perdonaron una: lances, vuelos, llaveo y hasta las sillas fueron parte de la lucha que protagonizaron King Vikingo y Alebrije; después de tanto forcejeo la primera caída se la adjudicó el personaje astado. Como es una costumbre en las luchas donde todo está permitido, las sillas fungieron como elementos principales para que ambos gladiadores volvieran la contienda un tanto sangrienta, en donde salieron raspados el Hijo de King Vikingo y Cuije, que se liaron a golpes dentro del combate; asimismo aparecieron de manera inesperada Monster II para apoyar a King Vikingo, y Alan Stone, por parte de Alebrije, dando otro sabor a la lucha en la segunda caída. Gritos, abucheos, aplausos, mentadas y más hubo en el segundo encuentro donde las acciones se vieron incluso a nivel piso, donde ambos luchadores se lanzaron una y otra vez sobre los aficionados y las sillas que quedaron deshechas con las fuertes embestidas de estos personajes, tras un descuido del réferi Alebrije tendió con espaldas planas a King Vikingo para emparejar las cosas. Para la última caída y con las emociones al rojo vivo, después de una lucha extrema, donde la gente quedó saciada de adrenalina. Después de tantos castigos y con ambos tendidos sobre la lona, el réferi tuvo que intervenir para definir a un ganador, pues ninguno de los dos dio su brazo a torcer por más que se castigaron. El réferi optó por darle la victoria al enmascarado en rosa, dejando sin opción a los organizadores para rapar a King Vikingo, quien se resistió a ser trasquilado, hasta que Jesús Pérez, organizador, subió con la máquina para acabar con esta historia. Sin embargo, ambos gladiadores siguieron haciéndose de palabras y golpes, hasta que el cuerpo de seguridad y comité tuvieron que intervenir para separarlos y evitar hacer más grande las hostilidades.