David PORTILLO  Haber sido mamá antes de cumplir la mayoría de edad, así como enfrentarse al mundo de la maternidad sin el apoyo del papá de sus dos hijos (Cristopher y Mónica) forjó el carácter de la más bonita del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), quien desde 1993 comenzó su carrera como luchadora profesional. Aunque siempre fue su sueño ser una amazona del ring, Estrellita, quien brilla en todo su esplendor, recuerda que su gran aventura por los encordados empezó de la manera más inusual como haber formado parte de un grupo musical. “La música me llevó a la lucha libre, porque existía un grupo musical de luchadores en el cual yo entré con ellos y de ahí nació mi pasión por entrenar lucha libre hasta ahora que ya son 21 años de carrera”, dijo. Estrellita luce un aspecto tierno y encantador arriba del ring lo que genera la envidia de sus rivales. Con su belleza inigualable muchos pensarían que sólo es una figura bonita, pero sobre la lona estos pensamientos se desvanecen. “He aprendido muchas cosas, no es fácil este deporte, me ha costado sudor, lágrimas y lesiones, mal pasadas, mal dormida, estar hospitalizada pero por este deporte le debo lo que soy, al cual le debo haber sacado adelante a mis hijos, recibir tantas muestras de cariño. A pesar de sacrificar a tu familia, sacrificar tu vida porque es un deporte muy demandante, muy celoso que te exige todo el tiempo, pero no me arrepiento de ser luchadora y si volviera a nacer volvería hacer luchadora”, señaló. Originaria de Zamora, Michoacán, relata que sus inicios en el deporte de los lances y llaves empezaron en la década de los noventas con su participación en un grupo musical con luchadores de la talla de Kung Fu, Ari Romero, Mario Prado, Gran Apache y Pantera, agrupación con la cual fue la tecladista y de ahí saltó al ring. “Siempre me imaginé ser luchadora, yo lo soñaba, de niña yo jugaba con mis hermanos luchitas, cuando veíamos las películas del Santo era mi sueño, pero no me imaginaba estar en estos lugares”, aseveró. Mónica y Cristopher, su vida “Para mí lo más maravilloso del mundo es haber sido madre, son mis sueños hechos realidad, fui madre muy chica, mucho antes de cumplir la mayoría de edad, muy inexperta, pero no me arrepiento, ellos son mis amigos, a mi hija le cuento mis problemas, tristezas. Soy una mamá joven y los disfruto mucho, lo mejor que me pudo dar Dios fueron mis hijos”, señaló la gladiadora. Recuerda que haber combinado el rol de madre soltera y deportista ha sido la gran barrera de su vida, la cual superó gracias al apoyo de su mamá quien en todo momento le ayudaba a cuidar a sus nietos, mientras Estrellita salía de gira a las diferentes arenas del país. “Fue muy difícil ser mamá joven y luchadora a la vez. Mi mamá me ayudó mucho, sin ella no sé qué hubiera hecho, porque eran semanas enteras en que no llegaba a casa y ni modos, tenía que llevar el dinero para comer y mi mamá siempre me apoyó hasta el último día de su vida que estuvo conmigo, y aunque ellos de chiquitos me reprochaban muchas cosas, como los convivios en las escuelas, los cumpleaños, ahora están orgullosos de mí”, concluyó la luchadora.