Oreja para Karla en reaparición  

Jaime OAXACA La matadora poblana Karla de los Ángeles reapareció en San Antonio Cuajomulco, una población cercana a la ciudad de Apizaco, Tlaxcala. Karla tomó la alternativa el pasado 28 de diciembre en la plaza México, tarde en que resultó herida. De aquella tarde a la fecha la poblana no toreó en el campo, porque se le abrieron los puntos de sutura haciendo ejercicio, sin embargo, Karla se vio bien, confiada, con buen semblante disfrutando lo que hacía, físicamente se le vio fuerte, inclusive cortó la oreja al primero de su lote, pero tendrá que mejorar considerablemente con la espada, porque es su talón de Aquiles, se le ve desconfiada al momento de ejecutar la suerte suprema. Karla alternó con el apizaquense Rafael Ortega, quien reapareció porque se había alejado de los toros por su incursión en la política. Rafael se vio solvente, con dos ejemplares que se quedaron parados a los que les cortó una y dos orejas, respectivamente. Los apéndices concedidos por el juez de plaza carecen de valor taurino, porque fueron entregadas a diestra y siniestra, pero como el público fue a la plaza portátil a divertirse no protestó ninguno de los premios. Se lidió un encierro de Cerro Viejo, sólo el primero con apariencia de toro, los otros tres fueron chicos. Tomando en cuenta que se trataba de una plaza portátil. Los dos de Rafael Ortega se quedaron parados. El primero era un manso que huyó todo el tiempo, al que Ortega sólo pudo darle dos tandas, uno de cada lado. Su segundo tenía más gas, pero dio una vuelta de campana después de la suerte de varas, quizá eso mermó sus condiciones, ya pocos pases pudo cuajarle el diestro, sin embargo, estuvo porfiando extrayendo pases con tirabuzón y desplantes que gustaron al público. Al primero lo mató de una estocada un poco caída, al segundo sí le metió la espada abajo. A sus dos toros los banderilleó. Karla se enfrentó al mejor lote. Su primero tenía un bien lado derecho y pudo sacarle algunos muletazos con calidad, pero lo mató de un bajonazo. A su segundo le cuajó pases corriendo la mano con temple y buen gusto, se puso pesada con la espada pinchando en varias ocasiones y no se salvó de escuchar un aviso. Al término del festejo, la poblana declaró en exclusiva para El Popular, diario imparcial de Puebla: “me sentí un poco nerviosa al principio, pero conforme fue transcurriendo la corrida creció la confianza en mí; corté una oreja y me siento muy contenta”. Agregó que debe mejorar mucho con la espada. Su maestro Jesús Villanueva dijo que le ha quitado algunos vicios taurinos y que está trabajando con Karla, porque a la carrera de la matadora le falta mucho por recorrer.
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