Delta en busca de su consolidación

David PORTILLO DELTA 3 Elegir entre el futbol americano y la lucha libre que desde su gestación corría por sus venas, el regiomontano graduado en Administración de Empresas Turísticas terminó por seguir los pasos de su padre, El Trueno, quien en la década de los 70 fue un estandarte de los encordados. Fue así que quedaron atrás los emparrillados, los amigos y la familia, para buscar su sueño: ser un luchador reconocido. Bajo el nombre de Blue Angel Jr, en 2003 fue que inició su aventura en el mundo del pancracio mexicano, aunque su consolidación llegó hasta 2009 cuando se incorporó a las filas del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) con el nombre de Delta que originalmente debía ser Celta. “Vengo de una familia luchística mi papá, mis hermanos y dos tíos son luchadores, difícilmente puedes irte a otra profesión porque esto se trae en la sangre, es un gusto muy arraigado y en esencia somos luchadores”, comentó. Delta, quien oculta su rostro bajo una máscara en blanco y azul, es por mantener la tradición del luchador mexicano. Además de que su diseño fue elaborado por su hermano Trueno Jr, y su profesor José Luis Feliciano. Delta se definió como una fiera arriba del ring, que le gusta volar sin miedo a lastimarse y ser extrovertido, cuando se quita su máscara y regresa a su casa se caracteriza por ser una persona tranquila, que sólo busca el arropó de su esposa y su pequeña hija de 2 años. “Soy una persona seria, introvertido, 100 por ciento hogareño, muy familiar, la etapa de andar en las fiestas ya pasó a otro lugar, en mi caso soy dedicado a mi familia. Tengo una hija que va a cumplir 3 años, estoy muy contento porque la lucha libre me ha dado el mejor regalo de mi vida”, enfatizó. Consciente de que combinar el rol de deportista y padre de familia es complicado, cuenta con el apoyo de su esposa, quien al ser hija de un gladiador que omitió su nombre ha sabido comprenderlo. “Tiene que ser una persona que entienda que es la lucha libre, que sepa cómo es este deporte, con las salidas constantes, con largos viajes. Somos como cualquier persona, lo bueno es que la gente no sabe quiénes somos, podemos ir al cine, a la tienda, a las plazas, a donde sea”, señaló el gladiador. Su hija, su mayor tesoro El hablar de su pequeña hija lo cambió de estado de ánimo, pues es su mayor tesoro en la vida, por la cual daría la vida y por quien se desvive por darle una vida mejor a la que él tuvo. “Todos los días me levantó y la llevo a su escuela. Ser papá me cambio muchas cosas, mi estado de ánimo, mi carácter, en esencia lo que soy, cómo veo la vida, por quién veo la vida y eso me hizo ser papá”, puntualizó. Así como siguió el llamado de sangre, y conoce el significado de la lucha libre, al preguntarle si aceptaría que su hija en un futuro siguiera sus pasos, Delta aseveró que descarta esa posibilidad. “Te soy sincero no, yo no quisiera eso, pero eso lo decide el tiempo, lo decidirá ella. Yo quisiera que se preparará en la vida, porque es muy duro”, reveló. Consciente del significado de ganarse la vida y que el deporte no es para siempre, el hijo de El Trueno se graduó como licenciado en Administración de Empresas Turísticas en la Universidad Regiomontana, profesión que espera un día poder combinar con la lucha libre. “Se lo que es pasar hambre, momentos solos, navidades, año nuevo, cumpleaños, muchas cosas que hacen difícil llegar a la meta, pero hay que tener bien arraigado lo que uno quiere ser y en especial nunca olvidar de dónde venimos y mantener los pies en la tierra. Como me dijeron una vez, nunca es antes y nunca después, todo es en su momento. Hay que saber esperar la oportunidad, saber cuándo llega ese momento”, concluyó.
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