Formar a personas y futbolistas, su meta

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 Guadalupe JUÁREZ  Con el firme objetivo de formar futbolistas de calidad, Carmelo Pérez Sánchez después de ser preparador físico a nivel profesional con el equipo Lobos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y en los años 80 ser jugador del Puebla FC, en la actualidad se desempeña como entrenador en el Centro de Formación (Cefor) de la máxima casa de estudios poblana en la categoría infantil. En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, recordó que como todo niño, tenía un héroe, sólo que en lugar de tener súper poderes, éste practicaba todos los deportes, su ídolo como él lo recuerda, era su profesor de Educación Física en la primaria, lo cual fue el principal motivo para que decidiera estudiar esta licenciatura. Fue en el Benemérito Instituto Normal del Estado (BINE), donde Carmelo culminó sus estudios universitarios que lo convirtieron en licenciado en Educación Física, aunque más tarde se especializaría en futbol, deporte que ha sido su vida. Lesión trunca su carrera como futbolista Recuerda con orgullo que en los años 80 formaba parte de las reservas del equipo de Puebla FC, aunque una lesión terminó con el sueño de llegar a ser futbolista profesional. Posterior a esto, su dedicación a este deporte, le permitió especializarse en el futbol, por lo que cuenta con un título como entrenador profesional de futbol y preparador físico. “Mi objetivo no sólo es formar futbolistas, sino buenas personas”, señaló. Su preparación futbolística y experiencia con infantes después de trabajar en un preescolar como profesor de Educación Física le permitieron hacerse cargo de la categoría de seis años en el Cefor Lobos. “Estoy encantado porque me asignaron la categoría de 6 años, los más pequeñitos. Trabajé en un preescolar, por eso los papás están contentos con mi metodología. En mis entrenamientos no sólo ocupo el futbol, sino matemáticas, historia y geografía, dentro del entrenamiento les hago preguntas de estas materias. Trato de aplicar otras materias para ir reforzando su preparación escolar, me encanta lo formativo”, relata sobre su desempeño como entrenador en la BUAP. Aunque su metodología está diseñada para que los niños practiquen futbol, Carmelo tiene un objetivo en mente con cada grupo que pequeños que tiene a su cargo, por eso es determinante en sus declaraciones, “No los hago unos grandes deportistas o futbolistas, lo voy a hacer buenos hombres, quiero que sean buenos hijos, buenos hermanos, después buenos profesionistas y buenos papás”, indica con una sonrisa de satisfacción al recordar que espera de sus pupilos en un futuro. Sin vicios Agrega que gracias al ejemplo de su padre, no toma ni fuma, pues estas actividades impedirían lo que hoy realiza, que es estar dedicado al 100 por ciento en el deporte, por lo que espera que sea un modelo a seguir por parte de los niños que entrena. “Hay que dirigirse de la mejor forma, respetuosa, pocos profesoras tienen ese perfil de trato con el alumno y el jugador”, indicó Carmelo. Con la maleta en la puerta Sobre el futbol a nivel profesional, Carmelo tiene sus reservas, pues reconoce que los jugadores en esta etapa sólo buscan el interés económico y sus decisiones están basadas en conveniencias y objetivos personales, a diferencia de los niños quienes con el sueño de querer llegar a ser profesionales son disciplinados y entregados a sus entrenamientos. Por otra parte, sabe que llegar a ser entrenador a nivel profesional debe de “tener la maleta porque si no se dan los resultados, la directiva decide tu futuro, puedes estar tres o cuatro fechas y si pierdes, ya es un adiós porque el futbol se mantiene de resultados”, exclama. Es un proceso A los padres de los niños que entrena les ha dejado claro que practicar futbol es un proceso largo, ya que desde su experiencia los pequeños no deben de brincarse etapas que necesitan vivir por mucho talento y estrella que tengan, es por esto que prefiere guiar a sus alumnos con calma. “Hay que llevarlo conforme a su edad, poco a poco, no podemos aumentar cargas de trabajo o arriesgarlo a jugar con niveles más avanzados, va a terminar aburriéndose o desesperarse”, dice tajante al relatar orgulloso la historia de uno de sus pupilos, al que le atribuye habilidades como Messi o Pelé. Por lo anterior, Carmelo se define como una persona perseverante, motivadora, trabajadora y honesta y considera que ser entrenador de futbol es “lo mejor que le ha pasado en toda su vida”.