Amapola, sinónimo de perseverancia

 David PORTILLO FOTO 2 Lo que empezó como una simple afición a la lucha libre, terminó por ser su fuente de vida desde hace 16 años y la ha llevado a ser parte de la historia de las amazonas del ring en el país. Amapola antes de subir al encordado tuvo que graduarse como licenciada en Administración de Empresas por petición de sus padres. Tan grande era su sueño de ser una gladiadora que decidió entrenar a escondidas hasta que un día una luxación en su hombro izquierdo hizo que su familia se diera cuenta. “Yo era aficionada a la lucha libre, un día asistí a una función por mi casa, yo fui por la lucha estrella que en ese tiempo era Vampiro Canadiense, Atlantis, Octagón, pero en ese cartel había una pelea de mujeres que era Jocelyne, La Diabólica, La Olímpica, Venus y ahí fue mi primer contacto con la lucha libre femenil, me enteré de que había esa disciplina y de ahí me nació ser luchadora”, comentó Amapola. Su familia no quería que fuera gladiadora Reconoció que sus inicios fueron complicados, ya que su familia en primera instancia “me dieron un rotundo no”, al señalar que ella no debía dedicarse a un deporte poco bien visto para las mujeres y de alto riesgo. “Me decían que yo estaba para estudiar y al fin de cuentas cuando te propones una meta la logras, es para superarte, yo quería ser luchadora, mi familia quería el título y se los entregue en Administración de Empresas que no lo he ejercido, porque terminando mi carrera me fui directo al ring y no me arrepiento. Entrenaba a escondidas, inventaba pretextos para salir a entrenar, me las ingeniaba, decía que iba a la biblioteca o estudiar con mis compañeras”, argumentó. A pesar de haber perdido su máscara y revelar su nombre como Guadalupe Ramona Olvera se dijo satisfecha por todas las alegrías y tristezas que este deporte le ha dado, desde triunfos de máscaras, cabelleras, campeonatos, como la caída de su tapa y en una ocasión de su melena. “Cuando uno cree en algo y quiere lograr una meta no importa los obstáculos que hay que brincar, uno los brinca. Las victorias hasta las derrotas te dejan un buen sabor, porque vienen de sacrificios atrás, y cuando llegas al nivel donde yo estoy, dices ha valido la pena”, aseguró. El deceso de su padre, un golpe duro Hablar de su vida personal es casi imposible, “de mi vida personal, jamás he hablado y jamás lo haré”, sin embargo, la ruda confesó que uno de los golFOTO 4pes más duro que ha tenido fue la pérdida de su señor padre, quien falleció el día que debutó como luchadora profesional. “Mis padres eran muy estrictos, lo digo porque mi padre falleció cuando yo debuté, pero al menos me quedo tranquila porque me dijo que sí quería la lucha que lo hiciera bien y respetara lo que hago, entonces creo no lo he defraudado, él es mi ángel de la guarda, porque he tenido lesiones fuertes y gracias a Dios me he podido levantar. Respecto a mi madre está orgullosa de mí”, enfatizó. Limitada al hablar de su familia, Amapola agradece a la vida contar con el apoyo de su mamá y hermanos, de quienes no dio mayores referencias, pero aseguró que son su motor de vida y cada victoria va dedicada a su señor padre. “No es de que la haya convencido, mi madre y yo siempre nos hemos respetado nuestras decisiones. Siempre hay un no como padres, pero si tú les demuestras que lo estás haciendo con dignidad y respeto, hacia tu persona y las demás, te vas abriendo camino”, finalizó.
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