Este grupo de roller derby conformado sólo por mujeres ha logrado posicionarse como una imagen de inteligencia y fuerza femenina en el deporte de contacto Raquel TORIBIO Es domingo por la tarde y a Plaza Juárez poco a poco llegan chicas con mochila en mano. Tiempo después el gesto femenino de su sonrisa advierte una sorpresa al abrir sus respectivos bolsos y sacar de ellos sueños sobre ruedas. Con patines en mano, su mirada poco a poco pierde el cansancio, la curiosidad, la infinidad de sentimientos que las acompañaron durante una semana para perfilarla como un ave en busca de la presa, como una arpía en busca de su objetivo. De manera paulatina estas jóvenes olvidan los prejuicios y estereotipos para trabajar en equipo en una disciplina deportiva “que también las mujeres practican”, apuntan, y así, hombro con hombro, inicia el entrenamiento de roller derby, o patinaje de contacto, con lo que las Arpías buscan no sólo combatir en la pista, sino por la vida. El primer contacto con roller derby El roller derby es un deporte de contacto que tuvo su origen en Estados Unidos en los años 60, “antes se conocía como lucha en patines”, refiere Karen, integrante de Arpías Roller Derby Puebla. Se patinaba en un circuito y la finalidad era bloquear al contrincante, sin embargo, en la actualidad existe una regulación sobre los movimientos y tipos de golpes. Surgen las Arpías Arpías Puebla es el grupo femenil representativo a nivel nacional de esta disciplina y surgió hace poco más de tres años, sin embargo, durante este tiempo han participado en diferentes competencias nacionales, tales como los Play offs regionales, Festival de Roller Derby en Xalapa, Veracruz, entre otros. Sus integrantes manifiestan que al inicio la curiosidad fue lo que las orilló a practicar este deporte, de esta manera estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) de diferentes licenciaturas se reunieron e iniciaron la rodada que cambiaría su forma de trabajar en equipo, pues las Arpías señalan que en este juego, la colaboración es algo que se debe mantener para obtener la victoria. Sin embargo, también el gusto por patinar y la adrenalina al recorrer la pista con los golpes inesperados es parte primordial para mantenerse de pie y continuar con la batalla arpía. “Somos las que se golpean” En entrevista, estas jóvenes mencionan la frecuencia con que la gente las relaciona con la agresividad, pues cabe señalar que este deporte se realiza con alto grado de peligrosidad debido a la fuerza de los golpes durante el movimiento sobre patines. “Somos rudas, es lo que nos dicen”, sin embargo, “me han comentado cosas muy buenas”, menciona Eva, pues a pesar del gran impacto que este deporte requiere en el terreno de juego, Arpías Puebla opta por la disciplina y constancia, además de estrategias y tácticas en las competencias, donde arriesgan el cuerpo y mente con el fin de salir airosas, de seguir en el vuelo sobre ruedas. “Se necesitan sólo las ganas” Debido al esfuerzo y los riesgos a la salud que provoca este deporte, el aliciente para seguir en la marcha con roller derby es el gusto por la disciplina, “es normal que en la cancha te enojes, pero al final se trata de aprender y disfrutar”, pues a partir de esta filosofía es fácil superar “el miedo con el que puedes llegar, te acostumbras a la agresividad, sin embargo eso pasa a otro plano cuando te arriesgas a competir”, indica Sandra. De esta manera, a raíz del compañerismo en la cancha, del objetivo trazado por los patines, el poder femenino de Arpías Puebla Roller Derby llega con la rudeza necesaria para manifestar que no sólo se trata de un sexo sino de la pasión por rodar en la vida.