Veneno poblano rompe estereotipos de género

René VALENCIA _MG_6259 Sin importar los prejuicios que enfrentan al jugar futbol americano, así como la dedicación por ser una profesional en odontología infantil, la quarterback, Carla Ávila Herrera, mejor conocida en el emparrillado como Charly, encontró en el deporte del ovoide una opción para demostrar que las mujeres pueden ser fuertes e independientes, pese a los prejuicios sociales. En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, Charly Ávila relató que su pasión al deporte de contacto nació desde muy temprana edad, cuando cursaba sus estudios de nivel básico en el Instituto Mexicano Madero (IMM), donde decidió incursionar en las filas de los Tigres Blancos, motivada por sus hermanos, quienes les apasionaba la disciplina del americano. Charly reuerda dicha etapa de preparación como un momento en el que disfrutaba el trabajo en equipo que gozaba junto a compañeros varones; sin embargo, hasta poco después de cumplidos sus 10 años los coaches le recomendaron dejar el campo, pues los varones pasaron a la pubertad, etapa en la que desarrollaron un juego más agresivo. Aseguró que durante esa etapa de su vida optó por experimentar en una variante: tochito bandera, el cual se juega bajo las mismas reglas, aunque se diferencia por dejar de lado el contacto, para enfocarse en arrancar las pañoletas de las cinturas de sus adversarios. Sin importar las distinciones, la joven Carla respetó la dinámica, con tal de no abandonar el deporte en su vida. “Luego de jugar dos temporadas en Tigres Blancos no me permitieron seguir, porque jugaba con los niños, pero al estar con ellos me dijeron que no podía porque existían muchos riesgos físicos, porque una niña no puede pegar igual que un niño”, mencionó. Sin importar la limitante del cambio, la aún estudiante Ávila Herrera decidió abandonar el juego para dedicarse a otras actividades deportivas durante más de una década, pues pese a dejar el emparrillado, eso no significó que abandonara su pasión por mantenerse en forma. De ese modo, buscó suplir la pasión que le permitía mantenerse ocupada en la atención de su cuerpo. _MG_6287Las opciones fueron diversas, desde americano hasta soccer, aunque parecía que el futbol formaba parte de su vida, fue lo contrario, no se resignaba a que una mujer vestida de hombre no podía ser una gladiadora en el terreno; no obstante, aprovechó el tiempo para practicar voleibol, balompié y otras disciplinas, así, terminó dándose cuenta de que su fortaleza es recorrer cada yarda en búsqueda de puntos para su equipo. “Lo que diferencia de otros deportes al americano es para comenzar el físico, porque requiere mucho entrenamiento, aparte es un ejercicio mental, pues tienes que pensar muchísimo. No es como cualquier otro equipo en el que solamente le pegas a la pelota y ya, por lo que hay que descubrir al otro lado de la cancha. Es lo que más me gustó de este deporte”, agregó. La llegada a Mambas Negras Para el mes de junio del año 2015, a casi medio año de haber arrancado el proyecto de Mambas Negras en la entidad, Charly Ávila acudió a las audiciones del Veneno de Puebla, donde buscó una de las vacantes como corredora de la escuadra, aunque se mantenía incrédula con el proyecto, debido a la inexistencia de la categoría en la entidad. “Creo que ha estado muy estereotipado, porque creo que somos más agresivas en mostrarnos como somos, pero ya debe romperse ese estereotipo, porque las mujeres han demostrado que están preparadas para cualquier deporte, lo que se ha visto en las olimpiadas o en cualquier otro evento“, expresó. _MG_6282Durante el periodo de preparación física comentó que fue una etapa complicada adaptarse tanto a los entrenamientos, los cuales se realizan entre semana en un horario de 19 a 21 horas, así como acostumbrar a su cuerpo para enfrentar los retos con otras gladiadoras; sin embargo, todo valió la pena cuando ocupó un puesto como titular, donde notó que su pasión era estar juntos a sus hermanas, no de sangre, sino de espíritu de cuerpo. Por ello consideró que lo mejor que podía hacer era mantenerse en la lucha por el primer campeonato de las venenosas de Puebla, donde lograron superar todos los obstáculos, para convertirse en las novatas que les arrebataron la copa a los equipos más experimentados de la categoría bikini, lo que la motivó a seguir adelante para este año que participan en licra. El futuro personal y del conjunto Para este año la prioridad de Charly es comenzar en agosto su maestría en odontología infantil, pues fuera del emparrillado vela por la seguridad de sus compañeras, a quienes les diseñó sus protectores bucales, para prevenir que sufran alguna lesión. Asimismo, otro de sus objetivos es lograr consumar su meta de este año es consagrarse nuevamente como campeonas de la categoría licra, para demostrar que sin importar los prejuicios existentes en Puebla, ellas siguen esforzándose en poner en alto el nombre del estado frente a los mejores equipos de todo el territorio nacional.
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