Un cuarto de siglo vistió el luchador y maestro de del pancracio Ares la máscara que le daba vida a su identidad; después de 25 años, este lunes fue su primer enfrentamiento sin ella, la cual le arrebató la semana pasada el también maestro poblano Black Tiger. Después de su aparición el poblano reconoció que sintió melancolía al estar en el encordado pero sin la tapa. "Me sentí mal al subir y tener que quitarme la máscara, pero ni modo, es una etapa más en la vida y hay que continuar. Es mi primera presentación sin la máscara, celebro que con y sin máscara me sigan apoyando", dijo antes de entrar al vestidor. El guerrero Ares, que ahora se sabe que se llama Francisco González, tiene 40 años de edad y 25 años como luchador, se mostró optimista para continuar en el gusto de la gente que asiste al pancracio. "Ni se puede imaginar la vida sin la máscara, ni yo mismo acabo de digerir la pérdida de ella; pero es una etapa más y vamos para adelante, no hay de otra. Con esto no termina la carrera, es una nueva etapa, hay Ares para rato y estaremos aquí dando la batalla", se animó a sí mismo. A pesar de que la rivalidad con Black Tiger había perdurado durante meses y que al final otro maestro de la Arena Puebla fue quien lo destapó, Ares reconoció que no tiene rivales en puerta ni tampoco un sentimiento de revancha personal con nadie. "A quien me pongan arriba del ring, ya sean rudos o limpios, todos son rivales", dijo el profesor poblano, mejor conocido como el guerrero Ares. Al final, sobre el ring, el luchador poblano agradeció a la afición que cada lunes se da cita en la Arena Puebla y en particular a sus fieles seguidores, alumnos y familiares que lo apoyan en cada una de sus presentaciones.
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