María José Rodríguez, una joven con velocidad en las venas
Esta joven poblana sueña en convertirse en la mejor piloto del mundo
Un sueño que inició desde los ocho años y se convirtió, con el transcurso del tiempo, en una valiosa actividad para ella la cual le permitió conocer todas las pistas del país, motivada en sobresalir en cada una de las competencias que formó parte; al mismo tiempo que mantiene la lucha en el automovilismo, no sólo en los bólidos que obstaculizan su paso, sino por demostrar que este tipo de competencias no son un deporte exclusivo para varones. En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, María José Rodríguez Gaña, piloto poblana, relató que su pasión comenzó desde muy temprana edad que acudía a diversos velódromos del país para ver competir a su padre, José Luis Rodríguez, por lo que al paso de los años admitió que la velocidad "corre por sus venas". Sin embargo, la experiencia que la motivó a tomar el volante fue ver en acción a Estefanía Reyes, mientras recorría el circuito NASCAR de una manera que la dejó impresionada; entonces, se acercó a su padre para comentarle que quería seguir su ejemplo, tanto de él, como de la piloto mexicana. "Le dije a mi papá que quería ser piloto y me dijo que contaba con todo su apoyo, me comentó que empezaríamos con lo más pequeño del automovilismo, esto son los karts y así fue como empecé a decir que soy piloto; pero la primera vez que me subí a un kart fue a los ocho años". Foto: Karen RojasAceptó que en esa primera experiencia, se sintió asustada al comenzar experimentar sus primeros intentos de una carrera profesional; sin embargo, no se detuvo, porque siempre contó con el respaldo y la experiencia de su padre, aunque siempre fue realista al saber que el automovilismo no es una disciplina económica, pero si ponía el suficiente esfuerzo, tendía otras alternativas para construir su propia trayectoria. Majo detalló que las cosas comenzaron a hacerse más serias en 2012, cuando tuvo la oportunidad de formar parte del programa "Mexicano rumbo a la Fórmula 1", que trataba sobre foguear a las nuevas promesas de la velocidad; pero primero tuvo que competir con 125 candidatos, de los cuales, ella formó parte de los 25 elegidos. El reto de su primer campeonato radicó en que el compromiso, no sólo consistió en manejar sobre una pista, sino que también tuvo que esforzarse en sobresalir en clases de nutrición, mecánica o aspectos básicos en la técnica de manejo; sin embargo, luego de entregar tantas horas de su vida, calificó entre los 10 mejores del país. Después de posicionarse entre los 10 más sobresalientes, se le presentó la oportunidad de acudir a la Copa Telmex que, pese a tener 14 años, hicieron una excepción al reglamento de participación, que debía ser de 15 a 17 años, debido a que vieron que contaba ya con un año de experiencia que respaldaban sus aspiraciones. Majo destacó que luego de 2013, comenzaron a llegar los éxitos, pues participó junto con su papá en Turismo de Resistencia y se consagraron campeones; sin embargo, recordó que su mejor año fue el pasado 2015, porque tuvo la oportunidad de formar del equipo de Gerardo Sanz, piloto que se mantiene hermético para reclutar personal. Foto: Karen RojasDiscriminación para corredorasPese a su buena racha de triunfos, aseguró que para las novatas, el ambiente del automovilismo puede ser muy duro, los hombres no comprenden que ellas también realizan el mismo esfuerzo para posicionarse entre los grandes, por lo que en sus inicios temió por su permanencia, pero ignoró todo comentario que podía afectar su confianza. "Al principio me dio mucho trabajo asimilar, más a ellos, que las mujeres también podíamos tener los mismos resultados, así como los fui dando me creí que también se podía, por lo que me he ido ganando el respeto; pero ahora ya no son rivales, sino también son amigos, pues ya fui campeona dos veces en las 24 horas". Aceptó que el proceso para construirse un nombre que se respetara fue complicado, más por las opiniones que juzgaban sus habilidades, cuando demostró en diversas ocasiones que tenía el mismo potencial que sus similares masculinos; sin embargo, supo que el camino no sería sencillo, por lo que disfruta con mayor pasión el tener entre sus vitrinas los galardones con los que puede respaldar su esfuerzo y dedicación. Rodríguez Gaña recalcó a otras mujeres que no deben temer a las opiniones que generen otras personas sobre sus sueños, porque seguro no lo comprenderán, pero la mayor recompensa llegará cuando a través de tu esfuerzo, puedes acallar los mensajes que demeritan un trabajo, pero demuestras que puedes ofrecer más a tu gremio. "Lo principal que le diría (a otras mujeres) es que siempre habrá personas que quieren impedirles que logren su sueño, pero sí de verdad es algo que les gusta y de verdad lo quieren con todo su corazón que luchen por ello e ignoren todas esas malas palabras que les digan las personas y que sigan adelante". Foto: Karen RojasEl futuro, una carrera… universitariaAdelantó que este año fue muy positivo para ella al tener la posibilidad de participar en la Copa Mothers, máximo circuito juvenil en México y también formó parte de la categoría de tractocamiones, experiencia que fue complicada al adaptarse de un Turismo a un auto de mayor tamaño, pero disfrutó su participación por todas las experiencias que vivió en el camino. Majo precisó que los planes que están pendientes para 2017 es mantenerse en los tractocamiones y quiere volver a la Copa Mothers, a la par que espera competir en la Serie de Turismo de Monterrey, por lo que se mantiene atenta a que se formalicen las negociaciones para vivir por un año más su sueño de ser una de las competidoras más reconocidas de México. "Podría resumir mi año como una bastante bueno, porque esta categoría nueva de los tractocamiones me está ayudando mucho para el manejo, dentro de la Copa Mothers; aunque, en los tipos Turismo, no fue muy bien, porque tuve muchos contratiempos, muchas fallas mecánicas y no fue tan bueno, pero de todo se va aprendiendo; así que no hay que bajar la guardia para el próximo año". Por otro lado, en su vida personal, comentó que quiere terminar sus estudios de preparatoria con un buen promedio, a la par que estudia sus posibilidades universitarias, donde la prioridad es encontrar alguna que apoye su pasión por la velocidad, pero su objetivo es ser ingeniera industrial, motivada en equilibrar una vida como profesionista y piloto. Aunado a lo anterior, admitió que la transición le causa incertidumbre, por temor a fracasar en alguna de las dos cosas, pero compensa sus inseguridades al recordar que a lo largo de su vida ya cumplió otras metas, sin importar los obstáculos que debió atravesar, así que confía que pueda ser una buena ingeniera, tanto como lo es en la pista. |