Devoran Lobos BUAP a unos deliciosos Alebrijes

La jauría retomó la senda de la victoria al vencer 3 goles por 1 a Alebrijes de Oaxaca como local

Entre controversias arbitrales, la lesión de Richard Okunorobo y la inconformidad de la afición local, los Lobos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) generaron su segunda victoria en el estadio Universitario, con un triunfo de 3 a 1 sobre Alebrijes de Oaxaca.

Desde el canto del nazareno, Víctor Alfonso Cáceres, los Lobos dieron su primer espectáculo, luego de nueve jornadas sin sorprender, con un intrépido intento, al minuto 10, de Amaury Escoto por el sector izquierdo que llegó a la puerta de Lucero Álvarez, pero al final el esférico se filtró por el extremo derecho.

Al minuto 15, la jauría redobló esfuerzos con un zapatazo a distancia de Luis Olascoaga, pero la pelota pegó al poste, dándole tiempo a Amaury Escoto a rescatar la intentona, convirtiéndola en el 1 a 0. Dos minutos más tarde, Oaxaca buscó su oportunidad, comandados por Allam Bello, pero voló la bola sobre el travesaño. 

Pese a que el arbitraje causó inconformidad, por la falta de marcajes a los golpes recibidos por los lobeznos, la escuadra local encontró espacios al 22, con un recorrido en solitario de Escoto, hasta que la defensiva de Alebrijes lo limitó, pero cortó el servicio a Diego Jiménez, encargado del doblete, con un cañonazo a distancia.

Recién entrado el minuto 25, la desgracia para el conjunto universitario llegó con la salida de Richard Okunorobo, defensivo que recuperaba la titularidad en este torneo, pero una lesión en la rodilla mermó todas sus aspiraciones; en su lugar, llegó Nicolás Ruvalcaba, pero la acción se centró en defender la ventaja de la jauría.

De vuelta del medio tiempo, los oaxaqueños se repusieron de su desventaja, derivado de que al minuto 52, Alfonso Tamay burló a Nicolás Ruvalcaba, colocándose en la media luna a marcar el 2 a 1. Ocho minutos después, surgió Luis Pérez con un cabezazo que regresó la calma a los Lobos, con el 3 a 1.

Al 63 se reavivan las diferencias con el silbante, debido a que Diego Jiménez recibió un empujón de Alfonso Tamay, pero cuando los locales reclamaron la amonestación, el atacante visitante se agarró de palabras tanto con los locales como con el nazareno, derivando en las rechiflas de los aficionados, ante la falta de respuesta.

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