Los tradicionales lunes de lucha libre en la Arena Puebla se cubrieron de gloria con el intrépido encuentro en relevos australianos entre Máximo Sexi, El Valiente y Ángel de Oro contra Hechicero, El Terrible y Rey Bucanero, donde los Rudos hicieron gala de su doctrina frente a los Técnicos.

Desde el inicio los Rudos impusieron las condiciones de su estilo, con los amarres de Bucanero sobre Ángel de Oro, quien intentó cumplir con las expectativas de todos sus seguidores que aclamaban su nombre, pero no bastó para caer rendido con un castigo a su antebrazo.

Ante las desgracias, Máximo Sexi llegó en su relevo a medirse en un mano a mano contra El Terrible, gladiador que comenzó burlándose de su apariencia, pero le demostró que sus habilidades estaban igualadas, luego de que intentó besarlo, seguido por una quebradora que lo dejó paralizado.

Máximo terminó la primera caída con una desnucadora que terminó inmovilizando a Terrible, dándole una señal de esperanza a los Técnicos, pero que les duró poco con la llegada de la tercia de Rudos a pisotearlo sobre el suelo, hasta que pidió piedad, sin una respuesta positiva de sus abusadores.

Al rescate del luchador exótico llegó Ángel de Oro, pero Rey Bucanero lo privó de toda oportunidad con una cachetadón, que a su vez le dio tiempo a sus compañeros de sostenerlo de entre los brazos para que El Terrible se divirtiera con la desesperación de tener la máscara desatada entre sus manos.

El Valiente se incorporó al encordonado en búsqueda de justicia para sus compañeros, pero Terrible, de nueva cuenta, dominó la lona con una quebradora que obligó al Técnico a caer rendido bajos sus botas, para luego enfrentarse en el último round.

Para la tercera caída, Máximo Sexi escapó de la irá de sus rivales, a través del túnel de entrada al enlonado, pero Hechicero lo aguanto con paciencia, hasta que se dignó a salir, para recibir una paliza con Bucanero; mientras, al otro lado del ring, Ángel de Oro pidió al réferi intervenir contra las injusticias.

Durante las quejas del gladiador cubierto de 24 quilates, Terrible aprovechó para derribarlo con una patada, dándole tiempo a Valiente para buscar la salvación de sus compañeros, lo cual no sucedió con el regreso de los Rudos para equilibrar las condiciones.

La noche terminó con una derrota para los Técnicos, a consecuencia, Terrible le aplicó a Valiente un escorpión, siguiéndole con la misma técnica, Hechicero contra Ángel de Oro; pese a obtener el triunfo, no perdonaron al enmascarado dorado, con una mezcla de golpes a las costillas que debió cesar el réferi.