México, finalista de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas
A 60 años de su 1er y único título, la novena infantil tricolor se enfrentará a Japón en la final internacional; ganador se batirá con EU
A 60 años de haberse logrado el primer campeonato de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas, la novena mexicana volvió a dar una exhibición de pitcheo dominante aunada a un sólido bateo para derrotar a su similar de Canadá en el juego de eliminación en el evento rey del beisbol infantil. La escuadra mexicana ganaba 3-2 antes de su turno al bat en la quinta entrada, donde sumaron otras tres carreras y dejaron prácticamente todo decidido a falta de tres outs para concretar la victoria. El pitcher ganador del encuentro fue André Garza, mientras que Samuel Juárez se llevó el salvamento lanzando las dos últimas entradas. El abridor ponchó a siete mientras que Juárez a cinco. Jorge García y Jorge Lambarria conectaron un cuadrangular respectivamente. Lambarria pegó tres hits y remolcó dos carreras. El equipo de Tamaulipas ahora se medirá a Japón el sábado en la final internacional, el que se lleve la victoria enfrentará al campeón de Estados Unidos para decretar al campeón de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas. Fue en la tarde del 23 de agosto de 1957 cuando se vivió un hecho histórico en Williamsport en la Serie Mundial de la Ligas Pequeñas, pues México logró coronarse campeón del certamen por primera vez, en la que se invitaban equipos externos de Estados Unidos. El paso al título para los regios no fue nada fácil, pues tuvieron que eliminarse con novenas estadounidenses. En el juego final en contra de La Mesa, California, frente a 10 mil espectadores, Ángel Macías, con los Rieleros de Monterrey estaban en la parte alta de la sexta entrada ganado 4-0; Byron Haggard era el último jugador que enfrentaba, se vio en desventaja en la cuenta, comenzó con tres bolas sin strikes; se recuperó y lanzó el único juego perfecto que se ha visto en la historia del torneo. Los niños pasaron por muchas carencias y teniendo que soportar racismo, no tenían dinero para comer, muchos de los integrantes del equipo vivían en situación vulnerable en casa y trabajaban por 50 centavos de dólar al día. El cátcher Norberto Villarreal, jamás había dormido en una cama antes de cruzar la frontera. |