Croacia, de un pasado marcado por la guerra a una final de Copa del Mundo

Estrellas de esta selección como Luka Modric e Ivan Rakitic vivieron como refugiados durante la guerra de Yugoslavia

Luka Modric, Ivan Rakitic, Vedran Corluka, Mario Madzukic y Dejan Lovren serán recordados como las estrellas que llevaron a Croacia a su primera final de Copa del Mundo, algo que parecía impensable cuando hace más de 26 años ellos vivían como refugiados por la guerra de Yugoslavia.

La infancia de algunos seleccionados croatas estuvo marcada por el conflicto bélico que estalló en Yugoslavia tras la caída del Muro de Berlín, en 1989. Esta nación, a diferencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y Checoslovaquia, desapareció en medio de un violento estallido de viejos conflictos étnicos y religiosos.

El conflicto dejó más de 140 mil muertos y 4 millones de desplazados, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), además de la formación de seis nuevas naciones: Bosnia y Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia, Montenegro y Serbia.

El abuelo de Luka Modric fue fusilado por paramilitares serbios ante los propios ojos del astro del Real Madrid, en 1991 cuando estalló formalmente la guerra.

En una entrevista para The Telegraph, Modric declaró que vivió su infancia como refugiado, pasando hambre junto con su familia en hoteles de paso.

Ivan Rakitic es hijo de padre croata y madre bosnia, pero su familia fue separada al estallar la guerra y huyó junto con su madre al pueblo suizo de Möhlin.

A pesar de que vistió la camiseta de la selección suiza sub-17, el hoy jugador del Barcelona decidió finalmente portar la playera de Croacia, aquel país que lo obligó al exilio, motivado por el bronce que logró la nación de su padre en Francia 1998.

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