Karen ROJAS |El empresario poblano aprovechó 1986, para comenzar a consolidar en el futuro su franquicia de Míster Tennis De vendedor de ropa en abonos a dueño del Club Puebla
|
Manuel Jiménez detalló que las principales cualidades con las que cuentan los nuevos propietarios son: haber nacido en la entidad
Desde la difícil venta de zapatos entre conocidos hasta convertirse en uno de los propietarios del Club Puebla, Manuel Jiménez comenzó a introducirse en la historia del futbol, donde su principal meta es devolverle al conjunto blanquiazul el protagonismo que los caracterizó hace tres décadas.
En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, el creador de las tiendas Míster Tennis relató que desde su infancia se enamoró de todo lo que representaba el Club Puebla, por sus colores, la vibra en el estadio Cuauhtémoc y las grandes satisfacciones que dejó en el siglo pasado a sus seguidores.
Jiménez, originario de Atlixco, comenzó su pasión al balompié en la infancia, cuando se ganaba la vida con mandados o pequeñas ventas de dulces, lo que le generaba unos pesos o fruta que le ayudaron a darle valor a las recompensas de su esfuerzo que, conforme los años, lo llevó a ser empresario.
Una de las experiencias de mayor impacto que tuvo en su vida, fue la muerte de su madre, al quedarse con sus hermanos, mientras planeaba su vida; por lo que, al iniciar sus estudios en la entonces Universidad Autónoma de Puebla (UAP), decidió dedicarse al comercio, para sobrellevar sus gastos.
"Mi madre era muy trabajadora, desafortunadamente, ella muere muy joven y yo también quedó huérfano joven, pero con hermanos más pequeños; entonces, a partir de ahí me dediqué a vender ropa en abonos y con eso sostuve mi carrera y mis estudios en la preparatoria", recordó.
El empresario poblano aprovechó 1986, para comenzar a consolidar en el futuro su franquicia de Míster Tennis, al darse cuenta de que podía ganarse la vida mediante negocios, a la par que el Campeonato Mundial de Futbol en México le dio una fuerte sensación de que formaba parte de sus pasiones el balompié.
Después de terminada su preparación académica, la incertidumbre del futuro comenzó a agobiarlo, pues su mayor mercado era con sus compañeros de facultad o los docentes, así que decidió no derrotarse y dedicarse a comercializar su mercancía en tianguis, tapándose con el infortunio de las bajas ventas.
Si bien las ganancias no llegaban en su pequeño establecimiento, ubicado en Atencingo, se encontró con que uno de los mayores comercios era el de la venta de tenis, motivándolo a invertir sus ahorros en adquirir calzado que le permitió orientar su vida a tener una de las mayores franquicias en el sector.
La llegada del Puebla a su vida
Durante su infancia, Manuel Jiménez se enamoró del conjunto del Puebla, al jugar en el estadio Cuauhtémoc un pequeño torneo que le ayudó a darse cuenta de que era el equipo de sus amores, al verlo ganar todos los títulos posibles para su época, junto con la gran afición que se daba cita jornada a jornada.
Previo a que tomara la decisión de adquirir en conjunto con otros empresarios de la Angelópolis, al Club Puebla supo que su afición vivía de la nostalgia de su pasado triunfador, nunca alejada de la esperanza de volver a ver como un grande al plantel blanquiazul, lo que ayudó a impulsar sus anhelos de ser parte de la historia.
"Hemos emprendido esta iniciativa que, más allá de verlo como un proyecto comercial, los socios y yo, lo vemos como un reto, por hacer algo muy importante en esta historia del equipo Puebla, por recobrar sus viejas glorias, pero también escribir nuestro paso por este equipo, con letras de oro", enfatizó.
El 5 de diciembre del 2017 la directiva del Club Puebla emitió un comunicado en el que anunció que la familia Chargoy puso a la venta al equipo a un grupo de empresarios poblanos conformado por Manuel Jiménez, Manuel Alejandro Ruiz Delgado, Héctor Álvarez Tostado y Rafael Torres Mendoza.
Jiménez admitió que la meta de hacerse de la escuadra blanquiazul se dio por un interés compartido de querer recobrar la historia del plantel, mediante la imagen, estabilidad financiera, un cuerpo técnico experimentado y jugadores calificados, para buscar la clasificación a la postemporada.
Detalló que las principales cualidades con las que cuentan los nuevos propietarios del plantel poblano son: haber nacido en la entidad; para entender el valor del equipo; ser apasionado de la historia de la Franja; tener la capacidad moral y económica, de lo contrario no pertenecerían a la directiva.
Consideró que, al estar cubiertos todos los requisitos por sus socios, pudieron dar inicio con cumplir un sueño compartido de devolverle a los poblanos el sueño de ver a un equipo competitivo, dentro de los principales lugares, luego de hacerse cargo de los primeros retos, como olvidarse del descenso y deudas del pasado.
Reconciliar pasado con el presente
Después de hacerse del Club Puebla dijo que las primeras decisiones de cambio fue dar prioridad a recobrar la imagen tradicional del equipo, por lo que en el Torneo de Apertura 2018 lograron tener una negociación en la que recuperaronel tradicional logo que acompañó a los poblanos en su historia.
"Afortunadamente los resultados se dieron, el primer propósito era estabilizar al equipo, pero estuvimos a un punto de calificar el torneo pasado, creo que no nos sentimos satisfechos, pero sí contentos, por todo el trabajo que se llevó a cabo, en todos los ámbitos, en todos", puntualizó.
También confiaron en la permanencia del estratega de la escuadra blanquiazul, Enrique Ojitos Meza, pues su experiencia en el futbol mexicano les resultó clave el año pasado que alcanzaron su permanencia en el máximo circuito del balompié mexicano, al mismo tiempo que casi llegaron a la liguilla.
Otra de las principales metas que cumplieron fue comenzar a conformar una base de jugadores, para ya no depender de los constantes cambios que caracterizaron a los propietarios anteriores del plantel de la Angelópolis, así que en este semestre la meta será regresar a sitios de liguilla.
Adelantó que las prioridades de todo el plantel se enfocaron en reforzar sus fuerzas básicas, al darle mayor orden, motivados por hacer que Puebla se convierta en una de las entidades con los mejores semilleros para el futbol profesional en el futuro, a la par que los quieren apoyar a los jóvenes a que concreten sus estudios superiores.
