Jordan, quien cautivó al mundo con sus brillantes participaciones en nada menos que catorce Partidos de las Estrellas, y tres premios de Jugador Más Valioso (MVP), además de ser todo un espectáculo con sus actuaciones históricas llenas de "magia" en el Concurso de Mates, verá cumplido el sueño de ser anfitrión tras dos años de espera.

La NBA le había asignado a Charlotte, donde los Hornets tienen su sede, la organización del All-Star del 2017, pero la controvertida ley estatal "antitransgénero" que se estableció en Carolina del Norte unos meses antes de la celebración del evento hizo que la liga le retirarse la concesión y se la diese a la ciudad de Nueva Orleans.

La gran labor de Jordan y la directiva de los Hornets en los últimos años dieron su recompensa después que la NBA reconsideró su posición y tras ver que se habían realizado modificaciones "importantes" dentro de la ley conocida como la HB2. De esta manera se otorgaba a la Charlotte la celebración de un All-Star 28 años después de haber tenido la primera (1991).

El comisionado de la NBA, Adam Silver, reconoció que las modificaciones que se hicieron en la ley HB2, que prohibía, entre otras cosas, la utilización de baños públicos a los colectivos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, podría haber ido más lejos, pero había sido todo un logro lo conseguido y levantaba el veto a Charlotte, un ejemplo de apoyo al baloncesto profesional.

El escenario para el gran evento del próximo 17 de febrero será el Spectrum Center, con capacidad para 19 mil espectadores que tendrán que pagar un promedio de más de 2 mil dólares por entrada, mientras que a través de varias compañías de internet autorizadas la más cara ya alcanza los 15 mil dólares y la más barata no baja de los 700 dólares, las últimas filas de las gradas.