Ningún entrenador es eterno. El fútbol es caprichoso, aun cuando puedes sentir más que nadie los colores de tu equipo, éste mismo puede lanzarte al acuchillamiento de la crítica mediática, de la afición y de la propia institución, ejemplo de ello es José Luis Sánchez Solá, quien reconoce que su estancia en el banquillo del Club Puebla puede llegar a su fin.

Con sólo un punto de 12 posibles en su haber, los pupilos de “el Chelís” han pasado más penas que glorias en 4 partidos jugados del Apertura 2019. Primero fueron goleados en el Cuauhtémoc en el debut ante Xolos 3-1 y en los últimos dos juegos han recibido un total de 8 anotaciones (4-1 vs Santos, 4-0 vs Pachuca).

Y la falta de gol es clara, pues del total de encuentros, la delantera poblana comandada por Matías Alustiza, Lucas Cavallini, Christian Tabó y Omar Fernández apenas ha cosechado 3 goles, con diferencia de anotaciones en -9 y relegando a Puebla al último puesto de la tabla general con una unidad.

La afición le reconoció al equipo la entrega y el sacrificio mostrado ante Guadalajara, pues rescataron el empate a un gol con un hombre menos, un penal dudoso en contra señalado por el VAR y un gol anulado. Fuera de ese encuentro, los de Sánchez Solá han dejado mucho que desear en el terreno de juego.

Tras la goleada ante Pachuca, el estratega declaró en conferencia de prensa que podría convertirse en el primer entrenador despedido del presente torneo, pues está atravesando su peor crisis como entrenador.