Conseguir un título deportivo al más alto nivel es muy complicado como se ha demostrado a lo largo de la historia, sea cual sea la disciplina en cuestión. Pero lo que es más complicado aun, es seguir produciendo victorias continuadas en el tiempo.

Poniendo el foco en la NBA, el caso más latente en la última década de subida a los cielos y caída a los infiernos, es el de los Golden State Warriors. Este curso, las apuestas deportivas postulaban a los de La Bahía como favoritos a revalidar el título, pero el paso de las jornadas ha demostrado que el nivel con el que cuentan no es con el que finalizaron la temporada pasada. De hecho, el anillo cosechado el pasado curso fue también una sorpresa, ya que hace tan solo dos años, fueron la peor franquicia de la NBA en cuanto a clasificación se refiere.

Millones de aficionados en todo el planeta se han sumado en la última década a la fiebre que han propiciado los de San Francisco. Varios anillos, pero si algo han demostrado es que lo difícil no es llegar al cetro de la mejor liga de la canasta del planeta, sino mantenerse.

Este curso es un ejemplo nítido de ello. Cuando la pasada campaña alcanzaron la cumbre en la Final de la NBA derrocando a los Celtics de Boston, muy pocos fans podrían asumir que este curso el objetivo está siendo conseguir un puesto de playoffs, en la Conferencia Oeste.

De conseguir el objetivo de entrar entre los ocho mejores del curso, el sueño de continuar con el reinado puede regresar a los Golden State Warriors. En las eliminatorias por el título, los Warriors serían un rival complicado para cualquier franquicia, ya que cuentan con algunos de los mejores jugadores del planeta.

Las lesiones jugarán un papel fundamental también llegado el momento. Hasta este instante, numerosos integrantes de los Golden State Warriors han sufrido problemas físicos, que han lastrado el ranking de todo el equipo.

Llega el momento clave del curso. La igualdad existente en la Conferencia Oeste entre varias franquicias que anhelan la clasificación para la post temporada, hace que conseguir uno de los ocho puestos de privilegio, esté más caro que nunca. Una victoria, puede cambiar el destino de este lado del cuadro en la NBA, ya que aunque los Warriors finalmente accedan sobre la campana a los playoffs, volverían a ser uno de los favoritos a llegar lejos.

En cambio, de no conseguir el billete para playoffs, los Golden State Warriors demostrarían lo difícil que es mantenerse en las posiciones nobles de cualquier disciplina deportiva profesional.

Si algo han demostrado los de Steve Kerr en estos últimos años, que la realidad no supera a la ficción en muchos casos, y esta nueva temporada puede ser un ejemplo de ello.