José Eduardo Cerezo Rivera es un defensor poblano de 46 años de edad que desde el 2001 es deportista de alto rendimiento y hoy vive en Birmingham, Inglaterra, su segundo Mundial de Futbol para Ciegos con dedicatoria especial a sus cuatro hijos: “Lalo”, “Abi”, Camila y Santiago.

Cerezo Rivera se inició en el deporte gracias al apoyo de su hermano Moisés, que desde temprana edad enfrentaron problemas de la vista, pero que nunca fueron un impedimento para salir adelante. El medallista de bronce Para Panamaericano en Toronto y Lima, inició practicando el atletismo, lanzamientos, golbol y finalmente el futbol que desde el 2012 es su disciplina maestra.

“Me apoya y me incentiva mucho mi hermano Moy, en el 2001, ahí iniciamos practicando atletismo, lanzamientos y el golbol, porque anteriormente el futbol no pintaba acá en México; así, estuvimos compitiendo a nivel nacional en esos deportes y en 2008 me llaman a la Selección Nacional de Golbol, en 2010 voy a un evento a Estados Unidos en donde ganamos. Un año después voy a los Para Panamericanos en Guadalajara 2011 y se nos dieron las cosas ganando medalla de bronce.

Cerezo Rivera narra la incursión de la disciplina en tierras aztecas, cuando en 2010 llegó Jorge Lanzagorta, uno de los pioneros, en donde él y su hermanos apoyaron la estructura para armar el primer nacional de Futbol para Ciegos y rápidamente los poblanos quedaron subcampeones y con ello la difícil decisión, para”Lalo”, de elegir entre el golbol o futbol.

“El futbol es un deporte que a mi familia siempre nos ha gustado de toda la vida por mi papa. En el 2012 se arma el nacional de futbol para ciegos, vamos y quedamos subcampeones y ahí me llaman a a la sección de golbol nuevamente, pero también a la de futbol, tenía dos convocatorias en el mismo instante, y sí me presenté a ambas, pero al final tuve que elegir porque venía el Para Panamericanos de Toronto 2015 y ahí elegí definitivamente el futbol. Desde ahí estuve en Toronto, en Lima, en mi primer mundial de España 2018, en distintas ediciones de Copa América, hasta ahora”, mencionó conmovido el poblano que ha participado en dos disciplinas dentro de unos Para Panamericanos.

Respecto a su segunda Copa del Mundo, “Lalo” Cerezo es determinante en decir que “no hay comparación”, pues en un sueño que ha logrado hacer realidad al participar en esta justa que se vive del 16 al 27 de agosto en territorio inglés.

“Birmingham no tiene comparación, es una emoción grande, siempre soñé en mi vida personal estar en un deporte profesional, no se me concedió en el futbol convencional, pero ahora en el futbol para ciegos estoy cumpliendo mis sueños que jamas en mi vida pensé”, enfatiza el jugador que ha estado presente en tres Copas América.

El también capitán, sabe que su responsabilidad es mayor por la experiencia y la actitud competitiva que siempre demuestra y debe trasmitir a sus compañeros, en donde hay dos poblanos más como jugadores y un par como parte del cuerpo técnico. 

“La labor de un capitán siempre es alentar, lanzar, cuidar que el equipo dentro y fuera de la cancha este unido porque son bases importantes para tener resultados, si ves que alguien se encuentra roto, es difícil, yo creo que esa parte es la que al final del día es mi labor Yo soy una persona que saltó muchas adversidades, no importa si son buenas o malas, siempre busco ser de los mejores, no me puedo quedar estancado y eso me ha servido mucho”.

Por las adversidades vividas, invitó a los atletas poblanos a confiar y perseverar en su camino como deportistas: “A Puebla, a los deportistas de mi tierra, decirles que por mas que haya obstáculos siempre hay que mirar hacia adelante, el mirar siempre hacia adelante rompe barres. Entonces yo creo que ese es un punto clave para que una carrera deportiva que de momento se viene hacia abajo, con esos ejemplos de perseverancia, pueden llegar a lo máximo”.