Lenguaje incluyente: ¿para qué sirve? y ¿cómo se utiliza?
Dirigirte de la manera correcta hacia las personas es una forma de mostrar respeto y empatía por ellxs, dando el primer paso para hacer un cambio.
El debate en internet sobre el lenguaje incluyente o inclusivo parece nunca terminar, las
opiniones van desde que si es válido, que si es ridículo, que si lo acepta la
RAE o incluso que si es el futuro del español. La realidad es que el idioma lo crea quien lo habla y aunque existen instituciones que ayudan a regularlo,
cof cof la RAE, esto no convierte lo dicho por ella en una ley, pues no puede
obligar a alguien a usar ciertas palabras o no. Más bien, solo administra los términos
que la gente ya está usando. De esta manera, el lenguaje incluyente se creó con el fin de implicar a grupos que por lo general no se
nombraban explícitamente. Este hace referencia a toda expresión verbal o
escrita que utiliza preferiblemente vocabulario neutro, o bien no hace evidente
el masculino y el femenino, pues evita generalizaciones para situaciones o
actividades donde aparecen mujeres, hombres o personas no binarias. Actualmente para lograr esta inclusión se ha empleado la x o la e para englobar a todos los géneros: tanto
masculino como femenino y personas no binarias. Y aunque la mayoría de la gente
se reúse a utilizarlo ya que aseguran que es una deformación del lenguaje, solo
está en ti ser empático con los demás. También lee: “Compañere", ¿Por qué el video de una persona no binaria que se volvió viral? Ártemis López,
también conocida como Queerterpreter, traductora e intérprete de género no
binario, trans y queer, propone dos tipos de lenguaje: El lenguaje no
binario indirecto (LNI) que consiste en evitar las palabras que evidencien
el género masculino o femenino, y en su lugar, modificar la frase de manera que
se empleen palabras neutras o cambios gramaticales. Por ejemplo, en lugar de
“¿estás preparado/a?”, se podría decir “¿te has preparado?”. Y el lenguaje no
binario directo (LND) este explicita la inclusión de las personas no
binarias mediante el uso de los morfemas -e y -x de manera que sustituyan los
morfemas masculinos y femeninos por los mencionados, respetando las reglas
ortográficas. Por ejemplo, “estoy contente” en lugar de “estoy contento/a”. Si aún no sabes cómo incluirlo en tu lenguaje, la mejor recomendación
es que así como te aprendes los nombres de las personas, puedes aprenderte sus
pronombres y disculparte en caso de confusión. Los expertos aconsejan que cuando
conozcas a alguien preguntes: “¿Con qué
pronombre me dirijo a ti?”. De esta manera le das
a la persona la oportunidad de
decidir la manera en que será tratada y nombrada para que se sienta más cómoda. Si decides practicar la inclusión sin utilizar la x o la e, existen otras opciones, como referirte
a “las personas que…”, “quienes se dedican a…” o palabras como clientela,
gerencia y coordinación en lugar de clientes, gerentes y coordinadores. Los pronombres Por otro lado, hay personas que prefieren los pronombres “elle” o “ellx”. Esto es más común en personas no binarias (aunque no
necesariamente).
En estos casos, te dirigirías a ellos como “mi compañere” o “mi amigue”. Eso sí,
negarte a usar los pronombres correctos porque “no te gusta el lenguaje
incluyente” no es válido. Ya que
esto es negarte a respetar la identidad
de una persona y decidir que no te importa quién es porque te incomoda. |