Parque de Santa Inés: el Stonewall de Puebla

Una actividad cultural se convirtió en la flama que comenzaría a abrir los ojos a los poblanos que eran parte de la diversidad en una Puebla conservadora.

La lucha por el respeto y la visibilidad de la diversidad del colectivo LGBT+ estalló en Estados Unidos en la década de los 60’s. En Mexico como en Estados Unidos las marchas comenzaron en los años 70,s. 

Muchos  conocemos la historia de los disturbios de StoneWall Inn, la cual derivó en el primer desfile del orgullo, o Pride en inglés, cuando la comunidad LGBT de Estados Unidos comenzó a alzar la voz para exigir principalmente eliminar los abusos de la policía y el derecho a la libre congregación. 

Es cuando, un sábado 28 de junio de 1969, se generó uno de los primeros disturbios, cuando una redada en el bar Stonewall se salió de control, y encendió el “Gay Power”. Un año después en 1970 ya estaban naciendo colectivos y asociación LGBT que organizaron las primeras marchas del orgullo para conmemorar el aniversario de la redada en dicho bar, actualmente esta fecha es el referente a nivel mundial para recordar que la lucha continúa. 

México no se quedó  atrás, pues en los 70,s se realizó la primera marcha del orgullo en la Ciudad de México, organizada por el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria, el Grupo Autónomo de Lesbianas Oikabeth, y el Grupo Lambda de Liberación Homosexual en 1979. 

Guadalajara siguió sus pasos, y en 1983 el grupo Orgullo Homosexual (GOHL) creado por el activista Pedro Preciado decide organizar la marcha como protesta por las detenciones arbitrarias y discriminatorias, acciones ilegales y acoso a los homosexuales por parte de la policía metropolitana durante el gobierno de Flavio Romero de Velazco.

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¡Vamos a limpiar el Zócalo de Jotos! 

Eran el año 2000 y Mario Marín era el presidente municipal; la comunidad sufrió su administración de terror, la campaña del priísta era clara, no se toleraría a ningún homosexual en las calles de la angelopolis. 

Las agresiones policiacas estaban a la orden del día, sobre todo en lugares usados por miembros de la comunidad para “ligar”, como el Zócalo, el Paseo Bravo, sobre la 5 oriente entre la 3 y la 5. Ahí llegaban elementos de la policía municipal y estatal y extorsionaban a los varones, principalmente a los más jóvenes; incluso los elementos aparte de golpearlos y quitarles el poco dinero que traían, los obligaban a hacerles felaciones. 

Onan Vázquez uno de los primeros activistas de la comunidad LGBT, relató para El Popular, periodismo con causa como fueron las primeras actividades para que se realizara la primera marcha del orgullo en Puebla, así como la lucha por la información y la discriminación que aún a 40 años de la primera manifestación por los derechos civiles de la comunidad, siguen existiendo.

¡La gota que derramó el vaso!

En la capital poblana, el hartazgo de los miembros de la comunidad llegó hasta la década del 2000, 30 años después que la Ciudad de México y 20 de la capital tapatía. Custodiados por dos templos católicos, Onan Vázquez y su pareja sentimental Jóse Juan González Zayas tenían una reunión con amigos en su departamento en el Jardín de Santa Inés en el Centro Histórico.

Cuando dos de sus amigos llegaron golpeados por parte de elementos de la policía municipal; uno de ellos tan golpeado que tuvieron no que llevarlo a un hospital. Los jóvenes llevaron a su amigo a una clínica del IMSS, sin embargo, volvieron a toparse con pared pues les negaron el servicio médico - aquí no atendemos sidosos- les respondió una voz masculina. Sin más opción regresaron a su departamento en el Jardín de Santa Inés. 

¡Tenemos que hacer algo!- fue la frase que Juan soltó y la que detonó las diferentes actividades que, al final desembocarían en la marcha. Una actividad cultural se convirtió en la flama que comenzaría a abrir los ojos de los poblanos que eran parte de la diversidad, y de los que eran parte de la sociedad conservadora. 

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Onan, que había estado en Alemania en los 90’s, recordó una exposición de fotografías con temática homosexual y también católica; eran fotos de un Jesucristo si fuera gay. La exposición era Ecce Homo de Elizabet Ohlson. 

La exposición fue un éxito, así lo recordó Onan al mencionar que días después de la inauguración de la exposición, acudieron al Mesón San Sebastián -lugar donde se expusieron las fotos- miembros de la Arquidiócesis de Puebla para solicitarles que la quitaran. Onan y el dueño del local acordaron dejarlas una semana más. Aun así estaban temerosos de que llegaran los católicos y vandalizaran las obras. 

Para el año 2002  Juan, Onan y varios de su amigos comenzaron a maquinar todo para poder llevar a cabo una marcha del orgullo, que a diferencia de las actuales, solo se pedía que se entregaran insumos de prevención para el VIH, es decir, condones en las comunidades clave de la sociedad. Onan comentó que en pleno año 2000 no había políticas públicas para la comunidad LGBT en Puebla. 

 

 

“Esa fue nuestra primera demanda, que hubiera acceso a los insumos de prevención. Los condones eran carísimos. Además de que también hubiera un alto al hostigamiento policiaco que aún continuaba ocurriendo”, explicó. 

La primera marcha no se llamó marcha, los participantes teníamos miedo de que al tener referencias de manifestación los grupos religiosos y conservadores de Puebla, los terminaran agrediendo, por eso se tomó la decisión de llamarla caravana. 

Tampoco pudieron hacerla el 28 de Junio, pues nadie los quería proveer de los insumos necesarios para poder llevarla a cabo y la única fecha que encontraron fue el 31 de marzo de 2002. Esta fecha fue seleccionada por el lema de Benito Juárez, “El derecho al respeto ajeno, es la paz”. 

 

 

Finalmente, el contingente de apenas 30 personas se reunió en el Parque Juárez y recorrió todos esos lugares de reunión de la comunidad. La primera parada fue Analco, luego la fuente de Zaragoza en los Fuertes, para bajar sobre la diagonal Defensores de la República para llegar a la 5 de mayo y llegar a las instalaciones de Derechos Humanos donde leyeron su posicionamiento. 

La caravana continuó y dobló por el bulevar norte para llegar a la Fuente de los Frailes, en donde también leyeron su mensaje. Avanzaron por la Juárez y llegaron a las antiguas oficinas de TV Azteca Puebla, donde reporteros aprovecharon para entrevistar al contingente. 

A mitad del recorrido, al contingente los sorprendió la lluvia, pero su euforia era tanta que nadie se fue y avanzaron hasta llegar al mundial unto final, el Zócalo de Puebla dónde también se leyó el comunicado. 

Onan agradece el ímpetu de Juan por empujarlo y comenzar una lucha que, aún con la muerte de Juan no se detendría y que actualmente se hayan generado más colectivos LGBT que continuarán levantando su voz por la causa. 

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