Joaquín Sosa y Lupito el Cerdito llevan casi dos años como activistas a favor de los derechos animales y los derechos humanos: “Nuestras luchas se enfocan hacia la interrupción legal del embarazo, apoyo a los familiares de personas desaparecidas y los derechos de la comunidad LGBT con especialidad un poco en la comunidad trans”.

Lupito surge a partir que la hermana de Joaquín Sosa se lo regaló. Empezaron a salir gracias a invitaciones de diversos colectivos. “Lupito es una forma diferente de poder abordar diversos temas”.

¿Cómo se la rifan en las luchas por las causas que defienden?

“Desde hace casi dos años realizamos más de tres mil pruebas VIH y sífilis, es una acción en concreto que realizamos. Damos pre-consejerías a quienes asisten y post-consejería a los que dan un resultado positivo”.

“Nuestra intención es apropiarnos de un espacio público para proponer una cultura de prevención y erradicar toda la discriminación que hay sobre las enfermedades de transmisión sexual”.

“Que Lupito esté ahí es una forma pedagógica, la gente se acerca a verlo y ahí se enteran que hay pruebas. Antes teníamos 15 personas en una jornada de derechos sexuales y reproductivos y llegó un punto en que había 120 personas esperándonos”.

“Lo que más nos sorprendió es que llegaban mamás y papás con sus hijos a hacerse la prueba, y ahí nos dimos cuenta que teníamos que seguir con la lucha”.

¿El azar ha jugado a favor en contra de ustedes?

“En contra muchas veces, han pasado muchas cosas. En redes han atacado mucho a Lupito tal vez porque no han convivido con cerdos, y a veces hablan de maltrato animal cuando no es así”.

“Hay una Ley de Protección Animal que está hecha a modo y mucha gente ataca por ahí y dice cosas que no nos han gustado, pero no es para darle tanta importancia”.

“Nos hemos dado cuenta que de parte del gobierno del estado hay una apatía por estas luchas, por parte del Congreso también ignoran las luchas y lo que pasa en Puebla y eso ha sido complicado”.

“Este discurso que todo mundo trae conservador, progresista, la gente no entendemos temas complicados y no hay una campaña de información. Hemos sufrido robos; el coche de Lupito, la cámara, mi vehículo”.

¿Por qué apostar por las causas que ustedes defienden?

“Por empatía, hemos estado muy cercanos a la gente, hemos visto como sufren y es algo que queremos sembrar en la sociedad en general. Que escuchen todas las historias que hay acerca de los desaparecidos, que creo que es lo peor que le puede pasar a una persona, y que nadie está exento a que nos pase eso”.

“Hemos visto toda la discriminación, yo soy parte de la comunidad LGBT y me han discriminado en el trabajo, en la escuela, en muchos lugares, y a partir de eso nos hemos acercado a las luchas. Ponemos nuestro granito de arena para visibilizar las luchas”.

¿Qué han perdido para poder lograr los objetivos de sus luchas?

“Hemos perdido gente, perdimos a mi mamá, perdimos lo material pero no es tan importante”.

¿Cuándo se han sentido en la cuerda floja?

“Nos hemos sentido inseguros cuando las marchas se salen de control. Vimos como hay policías vestidos de civiles haciendo destrozos. Nos tocó en la marcha del 8 de marzo de hace un año ver mujeres policías sin uniforme destrozando cosas y supimos que nos iba a tocar algo difícil”.

“En el Congreso del Estado cuando fue el plantón de los desaparecidos, hubo granaderos y nos quisieron correr de formas que no eran adecuadas y me tuve que alejar porque traía a Lupito”.

“Si nosotros salimos a la calle es porque queremos libertad de expresión y la respuesta de las autoridades lo hace muy difícil”.

¿Cómo sería el mundo ideal en cuanto a las luchas que mantienen?

“Un mundo ideal donde se aprobara que las mujeres pueden decidir sobre su cuerpo, donde no hubiera desaparecidos, y donde se erradicara la discriminación hacia todas las personas en general”.

“No nos va a tocar verlo, pero gracias a las personas que alzaron la voz antes, yo puedo venir y pararme acá y decir que soy homosexual”.

¿Qué cambiarías en la sociedad para poder lograr tus metas?

“Primero que nada la educación y empatía, para poder ponernos en los zapatos de los demás y entender diferentes contextos y no hablar desde el privilegio”.

“Que tengamos una representación política verdadera y no nada más discursiva. Yo creo que es importante que la sociedad civil se vea representada en los partidos políticos y en el gobierno con personas sencillas”.

“Tienen que haber espacios de representación política y espacios en el gobierno donde se encuentren las luchas bien representadas”.