Onán Vázquez y su lucha por los derechos de la comunidad LGBT+

Los activistas que se dedican a alzar la voz no siempre pensaron que serían parte importante de sus comunidades, este es el caso de Onán Vázquez Chávez

La lucha por los derechos de la comunidad LGBT+ viene en muchos empaques, colores y sabores. Los activistas que se dedican a alzar la voz no siempre pensaron que serían parte importante de sus comunidades, este es el caso de Onán Vázquez Chávez , quien comenzó su lucha por los derechos de la diversidad sexual en los años 90, empujado por su pareja y la violencia física e institucional que vivieron alguno de sus amigos. 

Onán se considera una persona afortunada, de una minoría de personas que han podido ser abiertamente homosexuales y no ser rechazados por su núcleo familiar. Esto hizo que viera desde otro ángulo las agresiones contra las personas de la comunidad LGBT+, pero no lo exentó de ser violentado en las calles de la capital poblana.

Onán fue víctima de diferentes tipos de agresiones, por particulares y también por las autoridades municipales, las más fuertes durante los años de 1993 y 94, sólo por ser abiertamente homosexual. 

“Yo de joven tuve ataques físicos. A mi me agredieron físicamente. Incluso en pleno centro de Puebla, a plena luz del día, unos tipos que se bajaron de un automóvil y con un palo de escoba o un bate de béisbol me golpearon detrás de las rodillas para caer de bruces en la banqueta y obviamente, como son ataques cobardes, esos tipos se subieron al coche y se fugaron”.

Detalló que este tipo de agresiones le ocurrieron otras tres veces más, además de las agresiones verbales que generalmente eran groserías o palabras y frases peyorativas para burlarse de su persona. Incluso lo llegaron a detener de manera arbitraria por parte de la policía municipal. 

Actualmente Onán lleva más de 20 años siendo activista, es miembro fundador de la asociación civil Vida Plena Puebla, no dejarse es incluirse, la cuál se encarga de dar acompañamiento psicológico y laboral a personas que son parte de la diversidad.

Onán relató para El Popular, periodismo con causa, como un hecho de violencia cambió totalmente la forma en la que viviría su vida y se convertiría en activista y hasta sería parte del inicio del movimiento LGBT+ en Puebla.

La noche que no nos fuimos a Alemania 

Una noche del año 2000, Onán se encontraba en su departamento en el parque de Santa Inés, acompañado por Juan, su pareja en ese momento. Estaban en su fiesta de despedida pues en unos días tomarían un avión hacia Alemania. Sin embargo, esto ya no sucedió porque esa misma noche dos de sus amigos fueron violentados de manera brutal por elementos municipales que les propinaron una golpiza solo por darse un beso. 

Al acudir al hospital, se toparon con otro acto de discriminación, pues no los querían atender por ser homosexuales. Después de eso, Juan tomó su coraje e impotencia y convenció a Onán de quedarse en Puebla para comenzar una lucha por los derechos de la diversidad sexual. Esa sería una decisión importante no sólo para la creación de las primeras organizaciones de activistas en favor de la diversidad sexual, sino incluso para organizar las primeras marchas del Orgullo LGBT+ en la capital poblana. 

Vida Plena, no dejarse es incluirse

La organización de Vida Plena vio la luz por primera vez en el año 2000, y fue una de las organizaciones que organizaron por primera vez las marchas en pro de la comunidad LGBT+ desde el año 2003 hasta el 2016, además organizaron la semana cultural de la diversidad sexual desde el año 2003 hasta el 2008, junto a otras asociaciones civiles. 

Onán señaló que desde su creación hasta hoy, en la ONG a la que pertenece han llegado denuncias por casos de discriminación en la capital poblana, el más reciente fue el caso en el Centro Comercial Paseo San Francisco, cuando una pareja homosexual fue fechada del lugar solo por estar abrazados.

Explicó que las agresiones contra personas de la comunidad LGBT+ se dan en todo tipo de espacios: núcleos familiares, escuelas, trabajos, espacios públicos y redes sociales, por lo que el activista ha solicitado en reiteradas ocasiones la creación de políticas públicas para erradicar la discriminación, sin embargo, en Puebla la Ley Estatal contra la Discriminación sigue sin ser operativa. 

Explicó que esta ley tiene muchas deficiencias, pues no cuenta con un comité contra la discriminación que esté conformado con líderes o personas de la diversidad sexual. 

Actualmente la ley establece que el comité debe estar conformado por abogados o abogadas, es decir que este grupo se encarga de verificarán si una agresión contra personas de la comunidad LGBT+ es real o no, sin embargo, Onán señaló que estas personas podrían no estar sensibilizadas y no conocen todos los tipos de violencias por las que pasan cotidianamente ese grupo social. 

En este sentido, explicó que han pedido que se modifique la Ley o se erogue una nueva Ley Estaral contra la Discriminación, en donde no sea necesario la conformación de un comité, si no que sean otros mecanismos los que determinen si un acto fue discriminatorio o no. 

“El caso es que, la Ley actual no sirve de nada porque no está conformado este comité que debería de determinar si los actos son discriminatorios o no. Entonces lo que nosotros vemos es que la actual legislatura no toma en serio estas situaciones y por el otro lado esta ley es inoperante, pues no hay un marco legal para denunciar estos actos discriminatorios”, explicó.

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