La resistencia indígena LGBT en Cuetzalan: Un movimiento en crecimiento

En Cuetzalan Puebla el colectivo LGBT Nochin Tiknimej rompe con estereotipos y barreras

Colectivo Lgbtttiq+ Nochin Tiknimej Cuetzalan
Freddy Angón Colectivo Lgbtttiq+ Nochin Tiknimej Cuetzalan

En la Sierra Norte de Puebla, en el municipio de Cuetzalan del Progreso, un movimiento de resistencia está cobrando fuerza. Se trata de la comunidad indígena LGBT, que ha iniciado un diálogo sobre la diversidad de género y la orientación sexual en un contexto que resalta la riqueza sexogenérica de los pueblos nahuas y totonacos que allí habitan.

Con una población de casi 50 mil personas, de las cuales el 66.8% habla alguna lengua indígena, Cuetzalan se ha convertido en un lugar donde colectivos de la diversidad alzan la voz para ser visibilizados.

El Colectivo Lgbtttiq+ Nochin Tiknimej Cuetzalan, fundado por Ángel Vázquez Cruz y Adolfo Vázquez García, ha sido un catalizador clave en este proceso. Este colectivo ha organizado eventos que han desafiado expectativas y han abierto caminos para la visibilidad y el reconocimiento de los derechos del colectivo LGBT en la región.

Desde su fundación en 2014, el movimiento ha evolucionado, incluyendo en su agenda, marchas, talleres sobre identidad de género e infecciones de transmisión sexual (ITS), así como diálogos públicos para reflexionar sobre la vida de las personas indígenas LGBT dentro de sus comunidades.

A nivel nacional, la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (Endiseg) indica que existen 97.2 millones de personas LGBT de 15 años y más, de las cuales el 11.0% se adscribe como indígena de algún pueblo originario. En Cuetzalan, se estima que el 15% de la población pertenece a la comunidad LGBT.

Este movimiento es significativo no solo por su impacto local, sino también por lo que representa a nivel nacional e internacional. Es un testimonio de la resistencia y la fortaleza de una comunidad que, a pesar de los desafíos, está determinada a luchar por su lugar y sus derechos en la sociedad. La historia de Cuetzalan y su comunidad indígena LGBT+ es una inspiración para todos aquellos que buscan construir un mundo más inclusivo y diverso.