Sylvia Rivera: activista transgénero que fue un parteaguas en la diversidad sexual
Sus años de mayor activismo ocurrieron durante las décadas de los 60 y 70. Fue parte fundamental del Frente de Liberación Gay.
Sylvia Rivera nació en 1951 en Nueva York y creció allí. Su padre era de origen puertorriqueño y su madre de origen venezolano. Al nacer fue asignada como varón y recibió el nombre de Ray. Su padre la abandonó cuando era bebé, y su madre se suicidó cuando Sylvia tenía tres años. Desde pequeña mostró un comportamiento afeminado y en su juventud, comenzó a maquillarse. Como resultado, a los once años comenzó a vivir en la calle, fue trabajadora sexual y finalmente se unió a un grupo de personas travestis. Sylvia Rivera es conocida por su participación en los disturbios de Stonewall, donde conoció a Marsha P. Johnson en los años 60. Su rol en los disturbios no está completamente documentado, pero varias personas creen que lanzó la segunda bomba molotov. Sus años de mayor activismo ocurrieron durante las décadas de los 60 y 70. Fue parte fundamental del Frente de Liberación Gay, que se formó tras los disturbios de Stonewall en 1969, y de la Alianza de Activistas Gays. Rivera y Johnson cofundaron Street Transvestite Action Revolutionaries (STAR) en 1970, una organización que ofrecía servicios y apoyo a los jóvenes queer sin hogar. También lucharon por el Sexual Orientation Non-Discrimination Act en Nueva York, el cual prohíbe la discriminación por orientación sexual en el empleo, la vivienda, la educación, las acomodaciones públicas, el crédito y el ejercicio de los derechos civiles. Esta ley fue finalmente aprobada en 2002 en el estado de Nueva York. Su pasión siempre fue abogar por los derechos de las personas transgénero, aunque muchas veces fue excluida de las protecciones legales, lo cual la llevó a alejarse del movimiento tras la marcha del orgullo de 1973. Dejó el activismo por casi veinte años, pero, tras la muerte de su amiga Marsha P. Johnson en 1992, decidió retomar la causa. Rivera falleció en 2002 a los 50 años debido a complicaciones por cáncer. Según Riki Wilchins, otra activista, Rivera fue la "Rosa Parks" del movimiento transgénero moderno. Su legado perduraEn 2002, después de su muerte, surgió la organización The Sylvia Rivera Law Project, que trabaja para garantizar que todas las personas puedan autodeterminar su identidad y expresión de género sin importar sus ingresos, raza o enfrentarse a acoso, discriminación o violencia. En 2015, un retrato de Rivera fue añadido a la Galería Nacional de Retratos en Washington, D.C., siendo la primera activista transgénero en ser incluida en la galería. En junio de 2019, Rivera fue una de las cincuenta personas estadounidenses incluidas en el Muro Nacional de Honor LGBTQ dentro del Monumento Nacional de Stonewall, en el Stonewall Inn en Nueva York, el primer monumento nacional de Estados Unidos dedicado a los derechos y la historia LGBTQ. Se considera a Rivera una figura fundamental que aseguró la "T" en LGBTQ, y hoy en día es celebrada como una heroína y pionera del movimiento gay.
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