Millennials y la famosa independencia ¿listo para vivir solo?

Antes de que tomes tus maletas necesitas conocer esta información para elegir tu próximo hogar.

¿Quién no ha soñado con su propio departamento, tal vez con una terraza para tomar el café todas las mañanas? Ahh suena lindo ¿no? Vivir solo es la ilusión de muchos jóvenes, pero antes de lanzarte a esta aventura es importante que tomes en cuenta los aspectos financieros que implica esta decisión.

Primero, antes de que comiences a planear tu mudanza, es importante que revises tu cartera. Esto significa que tendrás que conocer cuánto dinero tienes disponible para este paso (y todo lo que conlleva) aunque si te encuentras casi en ceros es momento de empezar a ahorrar.

Para que tengas claro el monto que necesitarás, deberás generar un presupuesto, el cual cubra los diversos gastos que enfrentarás los primeros meses.

Para lograrlo, los especialistas recomiendan seguir la regla 50/30/20. Esto significa designar 50 por ciento de tus ingresos para el consumo necesario, como transporte, comida, escuela, ropa, etc. Luego el 30 por ciento a gastos prescindibles, como salidas al cine o servicios de streaming. Y por último el 20 por ciento a tus ahorros para tu futura vivienda.

Esta técnica te ayudará a determinar tus gastos mensuales y sabrás cuánto dinero podrás “guardar”. La mayoría de las personas aconsejan que este ahorro lo realices durante un año. Ahora con esta suma ya podrás comenzar a buscar lugares conforme a tus necesidades.

Para encontrar tu lugar ideal deberás conocer tus necesidades habitacionales, para saber cuáles son piensa en los siguientes puntos:

Cercanía a lugares, puede ser a la oficina, escuela, una tienda o un supermercado.

Conexión de transporte público, que rutas pasan en esa zona.

Número de habitaciones, esto dependerá de si querrás una habitación extra o más de una.

Tipo de vivienda (casa o departamento) tú decides.

Aquí viene lo emocionante y desgastante, conocer las viviendas. Lo principal, necesitas hacer TODAS las preguntas posibles para no rentar algo que después se pueda convertir en un problema. Desde preguntar por los vecinos, si el departamento es ruidoso, qué tal es la zona, seguridad y los detalles del lugar como fallas y acuerdos.

Estos últimos datos deberán ir por escrito en el contrato. Este deberá incluir nombre completo del arrendador y arrendatario, dirección y características del inmueble, monto del alquiler, duración y formas de pago, garantías de cumplimiento de pago, cláusulas de rescisión del contrato y cláusulas adicionales (como si puedes tener mascotas, composturas de las que eres responsable, renovación automática o el incremento de renta).

TIP: Al momento de revisar lugares, visita máximo seis opciones. Ya que luego de conocer muchas propiedades es más complicado tomar una decisión.

Uno de los principales requisitos para alquilar una propiedad es contar con un aval, este es una persona que posea un inmueble y que –ante el arrendador- responderá por tus obligaciones como arrendatario. Asimismo, deberás contar con identificación oficial, comprobante de ingresos, referencias familiares y laborales.

Además suelen pedir un depósito inicial, esta cantidad comúnmente equivale a un mes de renta aproximadamente. Esa cifra casi siempre regresa a manos del inquilino, aunque puede retenerla el arrendador en caso de que el inmueble sufra daños en el periodo de alquiler y se necesiten reparaciones. Por ello, es importante establecer en el contrato a cuánto asciende el depósito, qué aspectos cubre y los términos en los que será devuelto.

Ahora que sabes todo podrás tomar la mejor decisión para independizarte. 

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