Mario Mora y Leticia Arteaga organizaron una bella celebración en honor al día en que su pequeño recibió el primer sacramento  Raquel CARRERA Fotos: Ricardo TAPIA Las puertas de la casa de la familia católica fueron abiertas para dar la bienvenida a un nuevo miembro: el pequeño Roberto Mateo Mora Arteaga. En una cálida mañana, Mario y Leticia llevaron a su hijo ante la pila bautismal de la Catedral para que a través del agua bendita y la invocación de la Santísima Trinidad, Roberto naciera a la vida espiritual y fuera declarado hijo de Dios y feligrés católico. Sus padrinos, Alfredo Alonso y Jenny García, felices atestiguaron el ingreso del bebé al seno de la gracia y se unieron a los padres del recién bautizado en la tarea de conducirlo por las sendas del bien, la fe y las buenas obras. El banquete en honor al festejado se llevó a cabo una vez concluido el servicio religioso. [gallery ids="97955,97956,97957,97958"]