Como se sabe, el cariño y el amor de una madre es la base familiar en conjunto con el esposo, pero a veces la atención puede estar enfocada solamente en los hijos, dejando atrás la relación y convivencia con la pareja. Es un balance que es un poco difícil de alcanzar, siendo consciente de ello se puede lograr una excelente relación con los hijos sin descuidar a tu pareja. Resuelvan los problemasLo primero que hay que definir es si el problema es un conflicto grave o sólo es un disgusto; si sólo dedicas el tiempo para buscar defectos y detalles, es probable que cuando exista un problema grande no te escuche, es importante no criticar de mala gana, agradecer y reconocer alguna acción con la que te haya apoyado. ComprensiónEs vital que no dejes que el enojo te controle, recuerda que todo tiene un porqué y muchas veces pasamos a molestarnos y a no escuchar por el estrés o cargas con las que nos estemos enfrentando, si necesitas hablar un tema con tu pareja busca el momento adecuado para hacerlo y al mismo tiempo reconocer los errores que hayas cometido, recuerda que hablar siempre será la mejor solución a cualquier tema. Seamos realistasTodos los matrimonios siempre tendrán disgustos y malentendidos, ninguna pareja es perfecta, por lo tanto debemos comprender que mientras se entable mejor la comunicación será más favorable la convivencia y el trato entre ustedes, no busques una relación irreal ni te idealices en una vida perfecta. Buena comunicaciónSi necesitas algo o te molesta lo que sea, debes comunicarlo, ningún hombre o mujer es adivino para conocer lo que piensas y sientes, no juegues a que debe adivinar el porqué estás molesta o incómoda, es mejor hablar directo y con honestidad antes de que un pequeño disgusto se convierta en un gran problema.
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