Francisco Dumit colorea su destino

Francisco Dumit describe el estilo de su trabajo como elegante y clásico, le encanta utilizar colores neutros y poco brillantes

Pareciera que estaba listo para lo que le deparara el destino, sueños realizados y metas alcanzadas sin siquiera darse cuenta de los niveles a los que estaba llegando; Francisco Dumit un hombre de trabajo y esfuerzos logra palpar hasta este momento los frutos de sus grandes sacrificios.

Desde muy pequeño sabía de su gusto por la moda, jugaba con sus primas a realizar pasarelas y así fue creciendo, teniendo muy en claro que el tema sería ese. Después de intentar en dos licenciaturas diferentes y darse cuenta que no era lo que quería, decidió estudiar Diseño y Asesoría en Imagen, en donde aprendió las bases de lo que sería su futuro.

Un inicio peculiar

En el inicio de su carrera, Dumit llevó materias de peinado y maquillaje, pero su talento era tal, que sus amigas le comenzaron a pedir que las peinara para eventos sociales, en el evento, las mujeres al ver el buen trabajo realizado pedían su contacto para que pudiera arreglarlas.

Y así fue como de boca en boca y por recomendaciones de sus amigas comenzó a tener su propia publicidad, los días que dedicaba a realizar esto era los sábados, pues al no tener clases aprovechaba para atender a sus citas.

Fue tanto el éxito, que pasó de tener 2 peinados a juntar 8 en un solo día, hecho que lo impulsó a que al graduarse se asociara con un compañero para continuar con su sueño.

Debido a algunas inconformidades en la manera de trabajar, la asociación se rompe por acuerdo mutuo y es ahí donde Francisco decide emprender solo, al tener una cartera de clientas se avienta y decide tomar un curso con un importante maquillistas en CDMX.

Al ampliar su panorama con este curso, aprende distintas técnicas, productos y cosas que lo ayudan a crecer profesionalmente, aprendiendo y adquiriendo un estilo de make up por cuenta propia.

Fueron 12 cursos los que le ayudaron a mejorar su técnica y estilo, el éxito se ha reflejado tanto, que en la actualidad es él quien imparte los cursos, hecho que lo mantiene orgulloso y contento.

Complicaciones en el camino

La fuerte demanda de sus servicios fue la principal complicación del maquillista, pues para él era difícil el poder decir no, al principio quería quedar bien con sus clientas, pero menciona que creer que puedes con todo es el peor error.

"Las cosas se me fueron dando, he tenido algunas complicaciones leves pero en realidad algo fuerte no la tuve, al morir mi madre sufrí demasiado, por lo tanto siento que ahorita es lo que uno merece en la vida".

En cuanto a su familia, Francisco cuenta con una tía, quien es la más cercana él, "ella está feliz y fascinada con mi trabajo, cada que habla de mí se convierte en un pavorreal, está muy contenta", expresó sonriendo.

Sombra aquí, sombra allá

Francisco Dumit describe el estilo de su trabajo como elegante y clásico, le encanta utilizar colores neutros y poco brillantes como los cobres, cafés y negros. Su principal objetivo es que las mujeres no se disfracen, sino que sólo se vean mejor.

"Hay colegas que usan colores, formas y aplicaciones vistosas y eso está muy padre, pero yo defino mi estilo más clásico, sólo es para verse más bonitas, no diferentes, no tan dramático sino neutro", comentó.

En un día normal de trabajo, Dumit se sigue poniendo nervioso, sobre todo cuando se trata de clientes nuevo, pues las expectativas son altas y él siempre procura que el resultado les guste.

Debido a la buena calidad de sus maquillajes, ha tenido la oportunidad de maquillar y peinar a diversas celebridades del medio artístico como Ludwika Paleta, Edith Márquez, Jeans, Litzi, Irán Castillo, María José, entre otras.

Al preguntarle qué es lo que sentía al trabajar con estas personas, nos comentó; "Cuando trabajas con ellos, tu capacidad de asombro debe ser normal, demostrar que estás a la par de ellos, debes ser siempre muy profesional, siempre me pongo nervioso pero por dentro me digo, lo logré, esto es algo que siempre quise pero que lo veía sólo como un sueño, no me di cuenta en que momento alcancé cumplirlo".

Proyectos y pasiones

Contar con un estudio propio es la mayor de las pasiones y satisfacciones de Dumit, atender a sus clientas en su espacio y ver todo lo que ha logrado con base en su trabajo y esfuerzo.

"Algo que amo es que ahora mucha gente me ubica, si voy a comer se me acercan y me felicitan, lo cual me ayuda a ser una mejor persona y me motiva, pues de esta manera sé que me están volteando a ver, ya me conoce más gente de la que yo conozco y eso es mucho un gran logro", explicó.

En un futuro no muy lejano, Francisco se visualiza con su propio salón de belleza completo, en el cual pueda delegar a las personas y pueda trabajar con más tranquilidad, además de tener la plena confianza de que su equipo de trabajo tendrá la misma calidad con la que él trabaja.

 

 

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