Aprender puede ser un juego

La nueva estrategia educativa

Aprender puede ser un juego
Agencias | No todo lo lúdico es juego Aprender puede ser un juego

Aprender de manera dinámica genera un conocimiento significativo, pues el aprendiz mezcla la participación, trabajo en equipo y creatividad para obtener soluciones a problemas. Motivo por el cual muchos docentes aplican dinámicas en clase, y son las preferidas de los alumnos.

Sucede que el juego siempre ha sido parte de la vida, los animales aprenden a defenderse o cazar a través del juego. Por su parte los niños a través del juego desarrollan en su personalidad un aspecto cognitivo, motriz, social y afectivo. Esto se puede observar en un simple juego como las escondidas, donde los niños aprenden a localizar a alguien de manera divertida, porque en el proceso piensan los posibles lugares dónde puede ocultarse, utilizan su cuerpo para actuar con destreza y atraparlo, se relacionan con otros para lograr su meta en menor tiempo, y al comunicarse con otros de automático crean vínculos con sus compañeros de juego.

Hay que aclarar que el juego es lúdico, pero no todo lo lúdico es juego, porque el proceso de aprendizaje también requiere de imaginación, motivación y sobre todo, estrategia didáctica, donde casi siempre resalta la figura de un facilitador, que es quien guía en la experiencia de aprendizaje, pone actividades y detecta las dificultadas que se presentan en el proceso y espacio de la actividad. Es la persona que evalúa al participante, y finalmente hace algunos ajustes y dirige (estrategia) para obtener mejores resultados.

Así que si en casa tus hijos dicen que en lugar de repetir planas prefieren lo lúdico, no temas sólo acércate a su facilitador para que te explique su estrategia de aprendizaje.