Cocina de antaño con un sabor ideal: Rieti
Se trata de la pastelería Rieti, donde la propietaria y su equipo de trabajo ofrecen a los poblanos una amplia variedad de postres
En la zona comercial de Las Ánimas, sobre el Circuito Juan Pablo II, hay un lugar que desde el momento en el que el visitante cruza sus puertas, se encuentra con un ambiente cálido, acogedor e íntimo que invita a sentarse y disfrutar un momento de paz en medio del caos de la ciudad. Se trata de la pastelería Rieti, donde la propietaria y su equipo de trabajo ofrecen a los poblanos una amplia variedad de postres como gelatinas, pasteles, galletas, tartaletas y panadería gourmet que se puede acompañar con una taza de café de la casa en cualquiera de sus presentaciones: espresso, americano, latte, cappuccino o frappé. Sin embargo, al consultar la carta, el comensal se da cuenta que no solamente se pueden saborear estas delicias dulces. Con dos décadas de trayectoria en el ramo de los alimentos, desde hace aproximadamente cinco años, Rieti amplió su mercado introduciendo desayunos típicos y almuerzos, así como menús ejecutivos. En la sección de la carta dedicada a los desayunos se pueden encontrar opciones tan diversas como los clásicos molletes, huevos motuleños, revueltos o en omelette, así como tamales en hoja de plátano, los chilaquiles de la casa o las tortillas con asiento. Pero de entre todos, un platillo que no se puede dejar de probar son las enchiladas oaxaqueñas. Los desayunos incluyen jugo verde o de naranja, una pieza de pan dulce y una taza de café americano. De igual modo, si lo que se desea es algo menos formal, pero igualmente sabroso, se puede optar por alguno de sus sándwiches como la chapata, la focaccia, los paninos o croissants. También están las tortas: de jamón y queso, de guisado de pollo, de mole o pierna al horno. O, si se prefiere algo más ligero, se puede pedir alguna de sus ensaladas, como la de manzana con arándanos; la de pepino, jitomate y zanahoria con queso mozzarella o la de atún. O si la elección es una comida completa, los menús diarios son la opción perfecta, ya que incluyen sopa, plato fuerte, tortillas y agua de sabor que puede ser de horchata con melón, de maracuyá con mango o de chilacayota. Sin dejar de lado la guarnición de frijoles refritos con hierbas, que el comensal no podrá dejar de comer acompañado de unos totopos. Eso sí, todo con un inigualable toque casero. Algo seguro es que siempre habrá algo para todos los gustos a un precio accesible, con un servicio excelente y una calidad inmejorable.
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