Fundación Rufo, generando conciencia

Trabajando a favor de los animales

Fundación Rufo, generando conciencia
Gabriela BLANCO | Arturo Martínez. Fundación Rufo, generando conciencia

La vecindad Podcast

Memorias del Crimen

Arturo Martínez, es un joven poblano de 27 años, quien al lado de su compañero Miguel Ángel Escamilla, es director y cofundador de la Fundación Rufo, una agrupación que se dedica al rescate y protección de perros, gatos y otras mascotas.

Empezaron el 23 de enero del 2014, pero antes ya habían fungido como hogar temporal de diversos animales y hacían donaciones a otros protectores, involucrándose poco a poco en esa noble labor. Después rescataron a Rufo, su primer perro, que sigue estando con ellos hasta el día de hoy.

La labor que llevan a cabo no es sencilla, pues implica todo un proceso que va desde ubicar a los animales, trasladarlos, canalizarlos con algún veterinario y todo lo que de eso se desprende dependiendo del estado de salud en que se encuentre el perro o gato en cuestión. Si está sano se desparasita, se baña, se le trata contra pulgas, se esteriliza y se vacuna; pero si el animal está enfermo, se llegan a requerir tratamientos largos, cirugías e incluso no sólo en la atención veterinaria, sino de comportamiento y socialización con las personas y otros perros, para que después de todo ese proceso se puedan dar en adopción.

Para ello, cuentan con el apoyo de dos médicos veterinarios: uno que esteriliza a los animales que rescatan y con el que se dedican a hacer campañas periódicas de esterilización; y otro que lleva todos los casos, además de ayudar con pensión y tratamientos. Ambos contribuyen dando precios accesibles y facilidades de pago, ya que hay ocasiones el tratamiento de un solo perro llega a ascender hasta a 15 mil pesos.

De igual modo, para costear todos los gastos necesarios para la manutención de un perro o un gato ?alimento, productos de limpieza, vacunas, tratamientos, cirugías ? proviene de sus propios ingresos personales, además de las donaciones de la gente, aunque éstas son en especie en su mayoría. También se apoyan de la venta de productos para mascotas en eventos como bazares y ferias, donde además llevan perros para poner en adopción.

Otra parte importante de su labor es dar pláticas informativas y de concientización en escuelas de todos los niveles, donde hablan sobre tenencia responsable de mascotas. Ya que a través de ellas buscan combatir la falta de información y generar una cultura de respeto hacia los animales.

Se decidieron a emprender esta titánica tarea porque después de acoger a Rufo en su hogar, ya no les fue posible dejar de ver la problemática a su alrededor y la necesidad existente. Lo hicieron con la esperanza de que en algún momento su trabajo deje de ser necesario y que la gente sea verdaderamente responsable con sus mascotas; pero saben que este trabajo también es posible gracias a la colaboración con la personas, por lo que esperan y piden que la gente se involucre para que de ese modo entiendan mejor lo que implica rescatar un animalito callejero y no se limiten a los reportes en redes sociales.

Es por todo esto que a través de su agrupación, Arturo y Miguel Ángel fomentan la adopción en lugar de la compra, sobre todo teniendo en cuenta que existen lugares donde los animales se encuentran en condiciones deplorables con el único fin de reproducirlos, sin condiciones adecuadas ni regulaciones sanitarias.

En Puebla no hay refugios de animales, hay protectores que ayudan a sus posibilidades con sus propios recursos que no reciben grandes donaciones ni recursos de ninguna dependencia.

Actualmente, Arturo es parte del consejo ciudadano de bienestar animal del ayuntamiento de Puebla, donde quizá su trabajo no es tan visible, pero es una labor importante porque es a nivel de leyes, iniciativas, investigación, etc.