Celia Mora: Joven, diseñadora y emprendedora

Ella ha hecho todo lo relativo a su marca: el logo, el eslogan, diseñar, vender, llevar las redes sociales

Celia Mora: Joven, diseñadora y emprendedora
Gabriela BLANCO | Celia Mora Celia Mora: Joven, diseñadora y emprendedora

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Memorias del Crimen

Tiene 25 años, estudió diseño textil en la Ibero Puebla. Viene de una familia de abogados pero a ella siempre le llamó la atención la ropa y desde muy pequeña quería ser diseñadora de modas. Ahora lo hace y además ha emprendido su propio negocio.

Durante la carrera hizo prácticas con Denisse Kuri, y al estar con ella descubrió otra parte del diseño, porque nunca la atrajo la cuestión más técnica de la licenciatura, todo lo relacionado con la elaboración de textiles. Y al salir de las prácticas fue cuando decidió que quería hacer algo así.

"Siempre he tenido un estilo muy diferente en la ropa y el diseño, nunca he encontrado algo que me guste de lo que ya veo, por eso al acabar la carrera me dediqué de lleno a mi marca. He aprendido muchísimas cosas y así fue como me convertí en emprendedora".

Lo más fácil para ella ha sido diseñar porque en la carrera le enseñaron, tiene un modelo a seguir y a alguien que le enseñó cómo hacerlo. Por otra parte, lo más difícil ha sido aprender a vender, entender el mercado y lo que quiere la gente.

Lo primero que hizo fue montar su tienda en línea y luego se le ocurrió ir a un bazar –Milagritos, el primero al que asistió–, donde se dio cuenta que no sólo podía vender, sino que se trataba de un espacio donde tenía la oportunidad de entrar en contacto directo con el cliente y recibir retroalimentación de sus prendas.

Desde ese momento no ha dejado de ir a bazares y ahí ha aprendido a vender, ha conseguido muchos clientes y también más experiencia sobre lo que le gusta al público. Además de ser un escaparate para su marca, y un apoyo como punto de venta, sobre todo en Puebla, donde la gente todavía tiene un poco de miedo a realizar compras en línea.

Asimismo, ella ha hecho todo lo relativo a su marca: el logo, el eslogan, diseñar, vender, llevar las redes sociales, etc. Y lo ha logrado sin tantas complicaciones gracias a las herramientas que le proporcionó su educación.

Pero dentro de todas estas actividades, lo más la apasiona es conceptualizar. "Cuando ya elegí la inspiración para la colección y voy a plasmar mis ideas en las prendas. Es un proceso muy mío, bajar el concepto de la cabeza hasta plasmarlo en papel."

Explica que todas sus prendas están inspiradas en la danza árabe –su otra pasión, después del diseño de modas–, en un estilo que denomina belly style, en el que mezcla sus dos grandes pasiones, algo que siempre quiso hacer, porque tiene muy presente algo que les dijeron en una conferencia a la que asistió mientras era estudiante, donde les dijeron que para que un diseñador sea distinto a los demás, debe mucha de su esencia en las prendas que diseña.

La ropa que diseña, se puede definir con tres adjetivos,  "Sensual, femenina y notable. Con una prenda mía te van a voltear a ver."

Asimismo, expresa que su mayor satisfacción es ver a alguien utilizando sus diseños, haber logrado que algo plasmar sus ideas, que alguien lo use y le guste. Por eso también trata de usar sus propios diseños.

Al ir creciendo su marca, ya no puede realizarlo todo ella sola y el día de hoy cuenta con el apoyo de dos confeccionistas y un taller de maquila para la elaboración de las prendas, aunque sigue haciendo los bordados y la pedrería ella misma y a mano.

Uno de los obstáculos que ha enfrentado ha sido sobre todo aprender a vender; el segundo, no tener un community manager, que lleve las redes sociales y ahora también todo lo financiero y los trámites que se requieren para formalizar una empresa.

Considera que su máximo logro es darse cuenta de todos los avances en la calidad de sus prendas, al igual que en las ventas, en la cantidad de clientes, en la organización y el hecho de que más gente se vaya sumando a su equipo.

En un futuro le encantaría colaborar con Denisse Kuri o con Alan Zepeda, pues considera que al tener estilos tan diferentes, el resultado sería una propuesta muy interesante. De igual modo, dice que le gustaría incursionar es el mercado de niñas, porque a ellas su estilo les resulta muy llamativo.

Finalmente, con esta experiencia y tras un año y medio de haber iniciado con su tienda en línea, Celia les aconseja a los jóvenes que deseen emprender un negocio que lo hagan. "No tengan miedo porque seguro se van a equivocar, pero si de verdad es su pasión y de verdad lo quieren, háganlo". Pero también les advierte que deben ser cuidadosos con el momento que elijan para hacerlo, pues deben tener cierto colchón económico para poder esperar el tiempo necesario y su negocio empiece a dar ganancias