Juego para catar vino, Tringly

Es un nuevo juego de mesa que se bebe, pero que tiene su funcionamiento con preguntas y anécdotas

Se juntan tres personas –o mejor tres parejas- y se abre una caja, aparece una botella de vino y llegan las sorpresas. Así comienza Tringly, un juego para mayores de edad, que quieren comenzar a catar y entender los sabores, densidades y matices que ofrecen los vinos.

Es un nuevo juego de mesa que se bebe, pero que tiene su funcionamiento con preguntas y anécdotas. Se llama Tringly y proviene de una de las regiones más populares y reconocidas donde se produce buen vino: La Rioja, en España.

Un grupo de tres amigos tuvieron la idea: Raúl, Sara y Javier, que se encargan cada uno de una de las partes que requiere el desafío de poner en el mercado un juego de estas características: ventas, producción y marketing, entre otros trabajos. Aunque "siempre con un consenso entre los tres", según afirman.

A la pregunta de ¿cómo surge la idea de realizar un juego de mesa con el vino como objeto central?, responden: "A partir de esa sensación de desconocimiento de todos los matices y características que puede transmitir un vino, y de lo alejado que está a veces este mundo de las personas de pie".

El mecanismo del juego

Cuando entramos en el juego, se realiza una cata de vino completa. Está ideado para ser realizado por tres grupos, puede ser de dos personas cada uno, ya que así se crea una mayor complicidad entre los participantes a la hora de consensuar las respuestas.

En él se dan pruebas de habilidad, como el descorche, y pruebas sensoriales, en las que hay que distinguir color, olor y sabores del vino.

Pero sus creadores indican a que al juego le va bien a cualquier persona –mayor de edad-, sean apasionados o no del vino, ya que "ofrece pistas suficientes para quienes no tienen conocimiento alguno sobre caldos. Han jugado con Tringly desde personas que no habían descorchado una botella nunca, hasta enólogos y bodegueros profesionales".

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