Las alumnas de diseño de una prestigiada universidad, Mariana Karina Moreno Magaña y Ana Gabriela Ferrer Gonzáles, ganaron una mención honorífica del Premio Nacional de Diseño por su proyecto KneeD Yo, que fue exhibido en el auditorio del Museo Franz Mayer de la Ciudad de México hasta ayer.

Diseñando soluciones

El proyecto se trata de una prótesis de rodilla policéntrica para las personas que han sufrido una amputación transfemoral, es decir, una prótesis para que facilite la vida activa de las personas con esta condición. Este diseño simula la rótula, de manera que otorga un movimiento natural sin afectar la extremidad, dicha prótesis se puede usar bajo la ropa, permitiendo a la persona realizar sus actividades diarias.

Este multidisciplinario plan comenzó como un proyecto de titulación bajo la tutela de un maestro y un centro de rehabilitación, ellas comentan que el diseño inclusivo les llamó la atención porque pensaron en el impacto que tendría en la gente.

En el centro de rehabilitación supieron que las personas de escasos recursos esperan muchos meses por una prótesis de rodilla y algunas veces no tienen los recursos económicos para obtenerla, esto les dio otra perspectiva, por la cual quisieron hacer que el diseño fuera más económico que los que actualmente se ofertan.

El prototipo está centrado en la rótula, los profesionales médicos de su universidad Anáhuac, campus Puebla, fueron imprescindibles, ya que les explicaron el funcionamiento de la rodilla, además observaron radiografías.

Una rótula estética

Mencionan que un video les hizo reflexionar sobre cómo se sienten los pacientes con una amputación y lo mucho que intentan que no se note su prótesis, así que las bases de KneeD You son la ergonomía y el diseño.

El prototipo está hecho de resina, pesa 450 gramos, pero tienen pensado hacer el producto real de una combinación de aluminio con cerámica, porque este material le dará ligereza y resistencia. El sistema de unión de este es diferente a otras prótesis que se desajustan fácilmente, ellas crearon una cabeza que hace que la única persona que la pueda ajustar sea un protesista, para que los usuarios no tengan ningún problema con el sistema.

Aún no ha sido probado por pacientes ya que no les permitieron el contacto con ellos para no crearles una expectativa.

Un futuro prometedor

Sus planes a largo plazo son buscar inversionistas para hacer realidad este producto con los materiales ideales, tener costos reales, usuarios que los prueben, fabricar las piezas en Puebla y comenzar la manufactura. Con todo lo investigado estiman reducir el costo y el tiempo de espera a las personas.

Presentar su proyecto de tesis y que lo premiaran fue un reto y un orgullo para sus padres.