¿Cómo cuidar cactáceas en el hogar?

Tres cosas básicas que necesitas saber para mantener vivas tus suculentas.

¿Cómo cuidar cactáceas en el hogar?
Archivo Agencias | Estas plantas requieren tres cuidados básicos. ¿Cómo cuidar cactáceas en el hogar?

Las plantas en nuestros lugares comunes como el hogar o la oficina nos dan nos dan un guiño de vitalidad en nuestro día a día. Lo cierto es que mantenerlas vivas para muchos no es una tarea sencilla, pues entre la cotidianidad nos olvidamos de sus cuidados o bien, no sabemos cómo dárselos.

Las plantas que más se adaptan a ese estilo de vida son las cactáceas, famosas por vivir y crecer en climas áridos, las más conocidas de esta familia de plantas son las suculentas, aquellas que acumulan agua en los tejidos para adaptarse al hábitat donde se desarrollan. La mayoría de cactáceas o cactus defienden esa reserva de agua mediante espinas y, aunque se parezcan unos a otros, hay numerosos tipos y variedades.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que cada planta es única y requiere de una cantidad específica de luz y agua para crecer correctamente. Es por eso que para mantener sana a nuestra cactácea debemos saber básicamente tres cosas.

Tierra o sustrato

La mayor razón por las que nuestras suculentas no sobreviven es por el sustrato en el que las colocamos. Lo ideal o más recomendado es que no sólo sea tierra, esta puede ir acompañada de corteza de pino o de piedra porosa, debido a que estos aditamentos impiden que la tierra guarde mucha humedad.

Iluminación

Las cactáceas necesitan mucha luz solar. Si las tienes en interiores lo recomendable es que las saques al sol en tus ratos libres o bien, al menos tres veces a la semana. Aunque no todas las especies soportan los rayos directos del sol, como norma general, las especies provistas de pelos, espinas muy fuertes o un número elevado de ellas, requieren pleno sol; mientras que las especies con pocas espinas y las crasas requieren una cierta sombra. La ventilación también es muy importante para estas últimas.

Riego

El riego depende de la cantidad del sol que reciba. Si recibe muy poca luz solar debes regarla sólo una vez a la semana, si la asoleas regularmente riégala 2 o 3 veces por semana. En temporadas de frío sólo una vez cada quince días.