Lunes 25 Marzo 2019

Cuando la mamá de Julián Ríos Cantú fue diagnosticada con cáncer de mama, descubrió que los métodos de diagnóstico eran agresivos; por ello decidió desarrollar una tecnología para mejorar la autoexploración y monitoreo de los senos sin lastimar a la mujer.

"El proyecto nace de una motivación personal. Mi madre es sobreviviente en dos veces de cáncer de mama; la primera fue cuando tenía ocho y la segunda cuando tenía 15. Entonces a los 16 años quise crear un método más seguro que la autoexploración, para que las mujeres puedan tomar el control de la salud de sus pechos, sin importar su edad o nivel socioeconómico," señala Julián.

Fue así como surgió 'Eva', el brasier healthtech que analiza datos e identifica patrones térmicos anormales en los senos, que pueden indicar la presencia de cáncer de mama.

Al principio nos comenta Julián que no fue fácil, pero se alió a tres amigos que también eran hijos o familiares de sobrevivientes del cáncer de mamá y trabajó duro por tres años, hasta que logró un dispositivo en forma de brasier con 192 sensores de temperatura; capaces de mapear los patrones térmicos de todo el tejido mamario. Proyecto que le hizo ganar el Premio Global Emprendedor de la Asociación Entrepreneurs Organization y el Premio Everis México, así como la Medalla Presidencial a la Innovación Tecnológica 2017.

El brasier no sustituye a la mastografía o la resonancia magnética, pero su ventaja es que puede usarse a partir de los 20 años. "Las mujeres debajo de 35 están marginadas en cuanto a forma de diagnóstico, porque no puedes usar la mastografía si están debajo de los 40 años, y en México es un problema monumental porque tenemos una población joven en su mayoría y como no tienen ninguna herramienta para detectarlo oportunamente, normalmente los diagnósticos en mujeres jóvenes son tardíos y eso implica que la probabilidad de supervivencia sólo sea del 50%. Y el segundo problema es que las mujeres que sí tienen la edad para la mastografía, el 40 por ciento es más propensa a tener cáncer de mama" señala Julían.

Las mujeres saben que una mastografía emite radiación; por ello sólo se puede practicar una cada año, lo que significa que una mujer pudo realizársela en enero y en marzo puede presentar cáncer, pero no lo sabrá hasta el próximo año, cuando sea su siguiente mastografía. Por ello Julián pone a disposición de las poblanas Clinic Eva, donde pueden hacerse la prueba BRCA y monitorear sus senos con el uso del brasier en sólo cinco minutos. Si se trata de mujeres que han tenido cáncer, entonces son más propensas a tenerlo nuevamente, por ello ofrecen la membrecía anual de mil 200 pesos, para que las féminas tengan acceso a exploraciones indefinidas y una mastografía anual, además de atención médica general ilimitada.

Ríos Cantú próximamente abrirá clínicas en Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, pues su intención es que las mujeres puedan tener una exploración de mama que no sea invasiva y pueda detectar oportunamente la aparición del cáncer de mama.