Tener a un nuevo miembro en la familia puede ser complicado y más si se trata de un bebé, pues toda la atención se concentra en él, además de que debes organizar tus horarios de tal manera que tus actividades las puedas realizar cuando toma sus siestas. Te daré unos tips para ayudarte a que duerma más fácil.

Las luces

Como recién nacido es complicado que distinga en que momento es de día o de noche, por esto es que algunos duermen muy pocas horas durante el día, para ayudarle a crear hábitos de sueño saludables, debes de mantener al bebé en un ambiente iluminado o con mucho sol para que empiece a acostumbrarse a los horarios donde no debe dormir. Y viceversa, por la noche procura conservar un ambiente oscuro, puedes instalar reguladores para las luces y comenzarlas a disminuir 2 horas antes de acostarlo a dormir.

Madrugada

Tal vez se despierta por la noche y lo primero que haces es pasearlo por la casa con las luces encendidas. No lo hagas, sólo le estas informando a su cerebro que es momento de levantarse. En el caso de que se despierte, intenta tranquilizarlo en su habitación, sin luz.

La cuna

A muchas les pasa, después de un rato en tus brazos se queda dormido y cuando intentas pasarlo a la cama lo primero que hace es despertar. En estos casos no va a ser fácil, pero debes intentar acomodar a tu bebé en la cuna cuando veas que empieza a tener sueño, justo cuando este adormilado, de esta manera conseguirás descansar tú y tu bebé desarrollará la habilidad de dormirse más rápido y se calmará el solo.

Los momentos cuando llora

Si eres mamá primeriza, lo entendemos, siempre que escuchas un ruido o un pequeño llanto a través del monitor o cuando está al lado de ti durmiendo, lo primero que haces es brincar y correr a verlo. Pero debes saber que esto sólo le enseñará a despertarse más pronto, debes esperar unos segundos viendo si logra calmarse, si no es así, acércate antes de que llore a todo pulmón pues se enojará y le será difícil volver a conciliar el sueño. Ya que comúnmente sólo se mueven unos segundos para volverse a dormir.

Contacto visual

Una mirada tuya puede provocar la atención de tu bebé, enviándole señales erróneas y haciendo que despierte. Por lo que si debes entrar en la habitación de tu pequeño no mantengas su mirada, ni hagas ruido. Mantén la mirada en su barriguita y si es necesario acaríciale la espalda con suavidad utilizando una voz dulce y tranquila.

Recomendación: Comienza a enseñarle estás técnicas hasta que tenga mínimo cuatro meses, ya que estará preparado para dormir más horas y será receptivo con lo que sucede a su alrededor.