Consejos para cuidar el interior de tu auto

Nuestro vehículo es uno de los lugares donde pasamos la mayor parte del tiempo durante el día. Por esta razón es importante que su interior se encuentre limpio y organizado, para sentirnos cómodos durante nuestros trayectos. Incluso si en algún momento consideras venderlo, esto será de los principales puntos que serán revisados y que podría hacer que consigas tu propósito.

Utiliza protectores

Si desde que adquiriste tu auto sabes que después de una temporada lo reemplazarás, esta parte es para ti. Lo más práctico para cuidar y mantener las superficies interiores, como lo son los asientos, el tablero, las puertas y la consola, es adquirir protectores especiales para cada área; inclusive en el caso de las partes que son de plástico, hay grasas especiales que no lo dañan y los cubren de cualquier sustancia.

Manchas por derrames

Si no tienes cubierta ninguna superficie y se cae algún líquido o comida, manchando la tela, trata de limpiarlo lo más rápido posible, para que la mancha no se impregne. Si es una bebida, coloca un trapo limpio y espera a que seque; después utiliza un limpiador especial para quitar cualquier residuo. En cambio si es de grasa, puedes colocar sal sobre la mancha para absorber más rápido y después limpia con quitamanchas especial para la superficie.

Malos olores

Tal vez tu carro aparente seguir intacto pero tiene un detalle: un desagradable aroma por cigarro, comida o humedad, y simplemente no sabes cómo quitarlo. Algunas personas recomiendan comprar bicarbonato de sodio y colocarlo en pequeñas cantidades en puntos estratégicos dentro del vehículo durante todo un día, y revisa que puertas y ventanas estén completamente cerradas. Al día siguiente remueve. Esto absorberá los malos olores, aunque si está muy impregnado deberás repetir el proceso más de una vez.

Quemacocos

Si tienes descapotable completo o tu carro sólo cuenta con una pequeña ranura en el techo, pueden ser de los espacios que más se ensucien, después de los asientos. Por esta razón procura no tocarlo después de comer, para evitar manchas de grasa. Intenta cada cierto tiempo lavarlo, pero no tan seguido, porque puede dañarse fácilmente cuando entra en contacto con agua o detergentes.