Mónica Briz Mérigo: Promueve México

Crea perspectivas desde la moda artesanal

Mónica Briz Merigo es productora de moda, asesora de imagen y da cursos de quien apoya el consumo continuo de prendas artesanales. Estudió moda y ha tomado cursos sobre creación y diseño de accesorios como bolsas, zapatos y joyería.

Trabajó en Japón una temporada y también fue modelo, lo que la llevó a introducirse en el mundo de la moda: "siempre me atraía meterme a ver qué pasaba atrás de los camerinos; me gustaba más la producción de una pasarela que caminar sobre una."

Considera que la imagen se crea desde el interior, por lo que ha tomado cursos de desarrollo humano como logoterapia: "me gusta todo ese tema alternativo, la constelación, meditación y creo que el ser humano está armado de cuerpo y de alma. Entonces, una forma de expresar el espíritu y el alma para mí es la creación, que puede ser el cine, la música, la literatura, y la moda por supuesto.

Creó su empresa bajo su nombre, Mónica Briz, donde realiza campañas promoviendo el uso continuo de prendas artesanales: "creemos que nuestros textiles son para el 15 de septiembre y yo le apuesto a usarlo diario". Estos programas se realizan por medio de pasarelas, las cuales se llevan a cabo una o dos veces al año, donde presenta diferentes propuestas de conjuntos que tienen como base las prendas y accesorios artesanales acompañados con música mexicana.

Está creando un movimiento, al que le llama "corazón de tela", y esta iniciativa consiste en mantener la invitación de usar los textiles todo el año: en la oficina, en una boda, para niños o para caballeros. Esto realizando producciones de moda con fotografías estilo editorial, agregando accesorios que utilizamos a diario, con el fin de dignificar la labor del artesano, pagándole lo justo por su trabajo.

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Todas las prendas que utiliza en sus producciones son de artesanos de diferentes estados. Éstos pertenecen a una cadena productiva, donde encuentras artesanos capacitados, no capacitados, con becas y algunos que no tienen este apoyo. Asimismo hay un grupo de diseñadores en todo el país. "Lo que hago es reunir a estos creativos, ya sea el artesano puro o el diseñador con su marca, y crear una propuesta editorial o pasarela". Buscando que después del evento el artesano concrete una venta, de forma directa o triangula la compra-venta ella misma, de igual manera está al pendiente de si les pagaron o de posibles compras, o en otros casos ofrece el servicio de asesoría y recomienda al artesano que vaya afín, para crear la prenda al tipo de evento al que asistirás.

Tarda alrededor de una semana a quince días en realizar una producción, ya que maneja un esqueleto de proveedores, maquillistas, fotógrafos, modelos y artesanos, que en su momento convoca y se elige, dependiendo de la disponibilidad que tengan. La que más recuerda es una que realizo en Tlaxcala en un rancho ganadero, con un tema taurino: "montamos unas fotografías con las chavas y atrás se ven lo toros; para mí ése es México, está lleno de colores, pues hay resultados increíbles, de ver como la ambientación y el textil están ligados, no son ajenos una cosa y la otra, como nuestra música o nuestra comida también. Es un baúl de maravillas y hay mucha tela de dónde cortar."

Esto la motivó a continuar en este ámbito, porque considera que la moda es un tema social, no sólo es ir de compras; es todo lo que representa la economía de un país.