Ciudad de plata

Taxco, una leyenda histórica

Ciudad de plata
Agencias | Taxco se fundó por casualidad Ciudad de plata

Situada en el estado de Guerrero, a cerca de dos horas por carretera de la Ciudad de México, recibe el nombre de Taxco de Alarcón, porque el gran escritor y dramaturgo del Siglo de Oro nació en esta localidad, que lo recuerda y conmemora con estatuas, leyendas callejeras y un festival literario.

Santa Prisca, el corazón de la ciudad

Curiosamente, Taxco se fundó por casualidad. En 1521 Hernán Cortés mandó una patrulla a buscar estaño, mineral que necesitaba para mezclar con cobre, aleación necesaria para construir más cañones. La expedición regresó con muestras que contenían plata y Taxco comenzó su andadura. La antigua hacienda de Hernán Cortés es ahora un centro educativo. Las minas de Taxco llegaron a ser el segundo centro minero más antiguo de América y, aunque se explotó la plata hasta tiempos recientes, hace 11 años que las minas están cerradas.

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Enraizada esencia religiosa

Los edificios religiosos a visitar son innumerables, como el templo del exconvento de San Bernardino de Siena, construido en 1592, que alberga las imágenes del Cristo de los Plateros y el Señor del Santo Entierro; es uno de los templos más antiguos de América. El Templo de Santa Prisca fue en su día el edificio más alto de México con una altura de 94.58 metros, y la Parroquia de la Preciosa Sangre de Cristo, mejor conocida como Parroquia de Chavarrieta, tiene una plazoleta con mirador.

La historia de la casa de las lágrimas

Merecen una visita exhaustiva el Museo Casa de las Lágrimas y los lavaderos públicos del siglo XVIII, donde las mujeres se congregaban para hacer la colada, lugar de encuentro y de chismes donde se contaba de todo mientras se lavaba la ropa. La Casa Museo de las Lágrimas, originalmente Casa Figueroa, fue construida en 1767 para el Conde de la Cadena, Magistrado Prefecto Político por el distrito de Alarcón, amigo de José de la Borda.

Su historia ha dado origen a su nombre porque, entre sus muros, se derramaron muchas lágrimas, comenzando por su propia construcción. La casa fue erigida mayormente por miembros de la tribu tlahuica, quienes, cuando no eran capaces de pagar sus tributos, eran condenados a la construcción.

Tuvo otros usos civiles, pero la mayor leyenda repleta de lágrimas se produjo a finales del siglo XIX, cuando la Casa Figueroa llegó a manos de una última heredera, una anciana llamada Basilisa, que escondía su inmensa fortuna y joyas en huecos que hacía en los muros. Hoy se aprecian estos huecos en la visita al museo.

Gastronomía y rutas

Los hoteles de todos los tamaños y precios riegan la ciudad. Desde los elegantes, pasando por los sofisticados y urbanos. Además los deliciosos tacos de camarón y bistec, justo enfrente del zócalo, en un ambiente moderno, contrastan con el pequeño local "Tacos de Roy," que aunque muy modesto, sirve los mejores tacos de chuleta de Taxco, según los locales, con una salsa de chicharrones, producto secreto de la familia que pasa la receta de generación en generación.

Taxco ofrece varias excursiones obligatorias. Una de ellas es a las Grutas de Cacahuamilpa, regenteada por la comunidad local, a 30 kilómetros. De impresionantes proporciones, algunas de sus salas alcanzan 21 metros de altura y 42 metros de ancho.