Enrique Manuel Díaz Sánchez tiene 77 años y está por presentar su tesis doctoral en Economía Política del Desarrollo. Está estudiando en el Centro de Estudios del Desarrollo Económico en la Facultad de Economía de la BUAP. 

Es químico industrial. Al terminar la carrera se fue a México a buscar trabajo y entró en una empresa que se dedicaba a fabricar reactivos químicos para laboratorio, donde encajaba muy bien porque era lo que había estudiado. Trabajó ahí durante 10 años y después vino a Puebla con la idea de poner un negocio, donde se asoció con otro compañero. Éste se dedicaba a distribuir productos para laboratorio, como material de vidrio, plástico, porcelana y reactivos químicos.

Más tarde crearon otra empresa que se dedicaba estrictamente a productos químicos en grado industrial para industria y otra parte para laboratorio. Luego de varios años se dividieron las empresas, quedándose él con la de laboratorio.

En el transcurso de este trabajo estudió diferentes diplomados relacionados con el negocio; en mercadotecnia, control de calidad, administración financiera, formulación y evaluación de proyectos. Luego, gracias a la plática con un amigo entró a estudiar la maestría en administración en la Facultad de Contaduría. Al término de su grado, no sentía una satisfacción acerca de lo que había logrado. Cuando se presentó la oportunidad de aspirar al doctorado en la Facultad de Economía de la universidad, presentó varios exámenes y finalmente fue aceptado; donde en la actualidad está en la elaboración de su tesis.

Ésta va a tratar de la economía política de la megaminería en América Latina, especialmente en el caso de México. Menciona que su objetivo siempre ha sido saber y entender: "yo no iba por el grado ni por nada, sólo por conocimiento".

También ha estado relacionado con el deporte: ha practicado motociclismo junto con su esposa, y luego se introdujo en el mundo del taekwondo, donde lo siguieron sus hijos y nietos. Terminó con el grado de cinta negra e incluso uno de sus hijos y nietos fueron campeones nacionales, por lo que a su hijo se le ocurrió el proyecto de que volviera a la práctica, para que estuvieran las 3 generaciones, pero por lo pesado de las técnicas decidió no hacerlo. "Realmente yo me sentí muy realizado con el taekwondo, no pensaba que fuese una disciplina tan estricta o tan difícil, tan dura, pero estuve varios años."

Fue vicepresidente y después presidente del Club Britania; posteriormente entró en la Asociación de Tenis del Estado de Puebla, donde fue presidente.