Carros más famosos en Cuba

Todo tiene un pasado, pero jamás imaginamos que el de los coches clásicos americanos de la década de los cincuentas serían tan sorprendentes, incluso en la actualidad, que el sólo verlos es un deleite. Por esta razón les dejamos una recopilación de los que aún circulan por las calles de La Habana.

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Los camellos

Este transporte se construyó reutilizando dos autobuses de la época soviética y uniéndolos entre sí sobre un tráiler, para aumentar su capacidad y acoger a más de 300 viajeros. Es una invención que surgió por el colapso de la Unión Soviética, donde se perdieron socios comerciales de Cuba.

Los almendrones

Así se les nombró a todos los coches norteamericanos que fueron importados antes de 1960. Éstos llegaron a Cuba antes y durante el gobierno de Fulgencio Batista, quien tenía muchos negocios con importantes compañías norteamericanas. En esa época, para la alta burguesía habanera era muy fácil acceder al coche del momento y mandarlo a buscar a la Florida.

Fotingos

Estos coches son llamados así porque son característicos de inicios del siglo 20, donde la compañía vendía el sistema Foot it and go y con el tiempo se fue mencionando como Fotingo. Éstos sorprenden porque aún circulan en las calles, aunque no son tan comunes como los almendrones.

Los ladas

Esta marca fue una versión cubana muy resistente, con cualidades que lo hicieron ideal para ese clima y fácil de reparar. Este modelo es usado con más frecuencia por las empresas estatales; incluso las patrullas se mueven en estos autos de los años 80 del pasado siglo.

Los polaquitos

Los cubanos enseguida los llamaron así ya que se trata de un minicoche producido en la fábrica FSM en Polonia entre los años 1973 y 2000. Y surgió como una copia de un carro italiano con nombre Polski. Este auto nunca fue del agrado de los residentes, pero era motivo de alegría cuando a un trabajador le asignaban uno a partir de sus méritos laborales.

Los descapotables

Entre ellos se encuentran los modelos convertibles y berlinas. Hay muy pocos coches americanos en Cuba a partir de 1959 y años posteriores, pero las fascinantes habilidades de sus propietarios y su ingenio han permitido aún verlos en sus calles.