Rutinas y terapias para relajación
Siempre estamos en constante estrés y pensar que no tenemos tiempo para practicar algún ejercicio es el primer paso para darnos cuenta de que lo necesitamos
Siempre estamos en constante estrés y pensar que no tenemos tiempo para practicar algún ejercicio es el primer paso para darnos cuenta de que lo necesitamos. ¿Sabías que se requieren 21 días para introducir un hábito nuevo en tu rutina? Aquí te dejamos algunas prácticas antiestrés. Lee: Conoce las atracciones de las Islas Turcas y Caicos
Música Ésta es la mejor terapia para empezar a entrar en el mundo de la relajación, pero debe de ser música relajante, ya que es la manera más tranquila de conectar con nuestro yo más calmado. Ella nos ayudará a aminorar el ritmo de nuestra mente y concentrarnos.
Respiración Ésta debe de ser con el diafragma. Colócate en una superficie plana mirando hacia arriba, manteniendo una postura recta, pon la palma de una de tus manos sobre el pecho y la otra sobre tu abdomen y dirige tu atención hacia la respiración durante 20 segundos. Meditación Existen distintas formas de hacer ejercicios de meditación, pero una de las técnicas más sencillas es sentarte en una silla cómoda y empezar a guiar tu respiración con el diafragma. Diriges la atención hacia la respiración y al mismo tiempo puedes recitar mentalmente una frase como “me relajo” o “me calmo”.
Imaginación Tu atención debe dirigirse hacia un escenario imaginado que te transmita paz y calma; con éste puedes poner música relajante de fondo y mantener los ojos cerrados. Imagina un entorno natural que te ayude a estar tranquilo, como un jardín lleno de flores; detállalo y no olvides respirar profundamente. Relajación rápida Esta técnica está pensada para que la uses varias veces al día. Consiste, básicamente, en que cada vez que veas un objeto de tu elección, como un jarrón de flores de tu sala de estar o una figurilla decorativa, realices tres o cuatro respiraciones profundas seguidas, relajando todos tus músculos.
Relajación muscular Ve relajando los grupos musculares del cuerpo de manera progresiva, como si se tratara de un recorrido de un tren imaginario. Siéntate con las palmas sobre tus muslos, cierra los ojos, contrae con fuerza una parte de tu cuerpo, haciendo que tense durante 5 segundos, y descansa. Repite este proceso en todo el cuerpo. Caminar
Realizar cualquier actividad física nos ayuda a canalizar la activación de nuestro cuerpo. Ayuda a adelgazar las preocupaciones de nuestra mente, a reservar un espacio de nuestra alma a nosotros mismos, algo que olvidamos con frecuencia y que nos genera enormes problemas. |
