Cuida y mima a tu perro después de una cirugía

Te damos algunos consejos para que su bienestar no se vea afectado y se recupere pronto

Cuida y mima a tu perro después de  una cirugía
Agencias | Necesitan tu atención Cuida y mima a tu perro después de una cirugía

Después de una intervención quirúrgica estamos seguros que le darás todo tu amor y atención, pero habrá muchas circunstancias que requerirán de cuidados especiales, que van de acuerdo al grado de complejidad que tuvo el procedimiento. Por ese motivo te damos algunos consejos para que su bienestar no se vea afectado y se recupere pronto.

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En casa

Cuando el veterinario lo designe y tu peludo pueda volver a casa, procura que las últimas indicaciones estén claras. En caso de que no, mejor desarrolla una lista con todas tus preguntas para formulárselas al profesional y así puedas llevarlas a cabo de la mejor manera.

Atención

No te asustes si notas que tu mascota se ve atontada y presenta algunos problemas de estabilidad, es completamente normal. Se debe a los efectos de la anestesia, ya que tardan en irse más de lo señalado; pero sería mejor consultarlo con quien lo atendió, para tomar algunas medidas.

Su espacio

Acondiciona el lugar en donde normalmente descansa, o en caso de que no tenga, empieza a hacer uno provisional, para que pueda estar tranquilo. Éste debe estar muy limpio y con ventilación, ya que requiere estar cómodo durante su convalecencia.

Observación

Ésta debe de ser constante, por eso debes estar al pendiente de su alimentación, las reacciones o afectaciones de la medicación que le proporcionas. Las condiciones de cómo llegó a casa y las señales extrañas que consideres de alarma anótalas, para poder aclararlas con el veterinario.

Avisar

Si tienes hijos o sobrinos, explícales la situación de tu mascota, para que tu cachorro pueda descansar sin que lo muevan o molesten, ya que no podrá jugar como normalmente lo hace con los niños. Esto a modo de precaución, para no forzarlo y que pueda existir cualquier imprevisto.

Al pie de la letra

Debes vigilarlo para que no deje de hacer sus necesidades, comer o beber. No olvides respetar las dosis y tiempos al darle los medicamentos indicados por el especialista; y si es posible y te lo ha permitido, mantén limpia o controla de manera delicada la evolución de la herida.